La calificadora de riesgo internacional Moody’s cambios sus proyecciones sobre la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina para los próximos meses, estimó una contracción del 1,5% y consideró que se verán los primeros efectos de la sequía en las cifras correspondientes a febrero.
“Moody’s Investors Service ha cambiado sus proyecciones del PBI real de Argentina a una contracción del 1,5% en 2023 desde una antes prevista del 0,5%, y un repunte del 1,8% en 2024 desde el 1,5% anterior”, indicó la calificadora en su último informe.
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Asimismo, recordó que, de acuerdo a los datos oficiales, la actividad económica argentina subió 2,9% interanual en enero, poniéndole fin a cuatro resultados mensuales negativos consecutivos.
Para este año, la pauta de crecimiento incluida en el Presupuesto es del 2%, pero los economistas privados que mensualmente consulta el Banco Central (BCRA) para su informe de expectativas pronostican que en 2023 la economía argentina se contraerá 2,7%, para volver a crecer 0,7 % en 2024.
Es por eso que Moody’s observó que desde febrero es “probable” que el país comience a sufrir un deterioro en la producción agrícola a causa de la sequía en el campo, la mayor desde 2018. “Los efectos no solo se sentirán a través del impacto directo de la oferta, sino también por la pérdida de ingresos de exportación en un momento que es difícil y la moneda es cada vez más escasa”, detalló.
En el mismo sentido, insistió en que hay probabilidades que este escenario conduzca a “controles de importación más estrictos que afectarán aún más la demanda interna, frenando la disponibilidad de bienes de capital, intermedios y de consumo”.
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En relación con la situación cambiaria, en Moody’s manifestaron que “se ha debilitado sustancialmente desde noviembre, a medida que la base monetaria continuó expandiéndose a un ritmo rápido con la continua monetización del déficit fiscal”.
También, destacaron que la Argentina “necesita implementar la consolidación fiscal para cumplir con los objetivos del programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) incluso cuando aumentan los precios de energía y alimentos”. “El compromiso con la consolidación fiscal pondría en riesgo el financiamiento del FMI de la Argentina y reduciría la capacidad del Gobierno para cumplir con sus obligaciones externas y necesidades de financiación”.