La depresión no hace ningún tipo de distinciones y afecta a todos por igual, más allá del éxito que se pueda alcanzar en una actividad y de la fortuna que se logre amasar. Una de las víctimas de este trastorno es Andrés Iniesta, el crack que cumple 39 años y que como socio de Lionel Messi ganó todo en el Barcelona.
El jugador que hizo el gol que le dio a España su único título mundial en Sudáfrica 2010 debió pelearle a la depresión desde 2009 y aún continúa yendo a terapia, porque siente que lo ayuda a sentirse mejor. “Pude salir del pozo, pero me hace bien hablar con mi terapeuta”.
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El detonante de su crisis fue la muerte de un amigo, Dani Jarque, también futbolista, que sufrió un infarto en 2009. Jugaba para Espanyol de Barcelona y falleció a los 26 años. Esa pérdida sumió a Andrés en un cuadro de profunda tristeza que desencadenó una depresión.
“No tenía ganas de vivir. Se me habían ido la energía y la alegría. Mi cuerpo se ponía en marcha para cumplir con mis obligaciones, pero estaba muerto por dentro. Veía todo negro”, relató el extraordinario futbolista, a quien apodan Cerebro por su inteligencia para jugar.
El excrack del Barcelona, donde forjó una gran amistad con Messi y obtuvo 32 títulos, dio más detalles del infierno que vivió por culpa de la depresión en el podcast The Wild Project: “Te hacen pruebas de laboratorio, exámenes y todo da bien, pero uno sabe que hay algo que no funciona”, dijo.
En esos días de oscuridad, el único momento placentero que tenía Iniesta era cuando se iba a dormir. “Deseaba que llegase la noche para tomar mi pastilla y descansar. Me pasaba todo el día pensando en ese momento. Se terminaba la jornada y sentía que había pasado un día más. Ese era el objetivo: pasar los días”, resume con crudeza.
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En su relato, Iniesta dio más detalles de esa etapa de su vida: “Recuerdo que cuando estaba en mi casa con mi novia me sentía solo. Me abrazaba y yo sentía que era como una almohada. Lo mismo me ocurría en casa de mis padres. Era yo y mi depresión. No había nada más en mi vida”.
El crack al que Juan Román Riquelme eligió como el mejor jugador del mundo hace unos años, afirma que a la depresión es muy difícil de definirla o explicarla. “Hasta que no la vives no la puedes comprender. Es muy distinta a la tristeza porque te dejó tu novia o porque perdiste un partido”, dice.
Si bien el momento más complicado ya quedó atrás, sigue yendo a terapia, porque le hace bien escuchar a los profesionales. “Aún estoy en el proceso de arreglarme conmigo mismo y esas conversaciones me ayudan mucho”, confiesa el astro que sigue en actividad a una edad en la que la mayoría de sus colegas cuelga los botines.
“Con el tiempo, la vida te enseña que la depresión y las enfermedades mentales pueden afectar a cualquiera. No se trata de cosas materiales. Puedo tener todos los autos del mundo y todo lo que se me ocurra, pero aún así es difícil enfrentar los problemas de la vida. Es un proceso diario”, señaló.
Nacido el 11 de mayo de 1984, en Fuentealbilla, Albacete, Iniesta juega actualmente para Vissel Kobe, de Japón, pero se asegura que dejaría el equipo en el próximo receso de julio. Tras 5 temporadas en la liga nipona, el talentoso volante estaría considerando la posibilidad de emigrar a la MLS de los Estados Unidos.
El volante es ídolo del Barcelona, donde ganó 32 títulos (22 nacionales y 10 internacionales) y formó parte de uno de los mejores equipos de la historia del club. Con la selección de España obtuvo una Copa del Mundo y dos Eurocopa.