El 1 y 2 de agosto, el Buenos Aires Marriott Hotel será sede de la Feria de Vinos Orgánicos y Sustentables, el evento pionero que desde hace once años impulsa una forma de beber más alineada con el respeto por la tierra, las personas y el futuro. Organizado por VIOS | Vinos Más Sustentables, este encuentro reunirá a más de 30 bodegas de todo el país que elaboran vinos orgánicos, biodinámicos, naturales y certificados por Comercio Justo, con prácticas sustentables reales.
Con entrada libre para degustar entre las 19 y las 23 hs en el renovado Gran Salón Panamericano, la feria propone mucho más que una cata: gastronomía, música, charlas y una oportunidad única para descubrir vinos que cuidan el ambiente sin resignar calidad.
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Orgánico, natural, biodinámico: más allá de las etiquetas
Uno de los grandes valores de esta feria es abrir la conversación sobre los métodos de producción del vino. “No existe una certificación oficial para los vinos naturales, por eso es una categoría polémica”, explicó Rodrigo Serrano, enólogo de Domaine Bousquet. “Por ejemplo, nuestra línea Virgen se elabora con uva orgánica, fermenta con levaduras indígenas y no tiene agregados. Pero como lo filtramos, algunos sostienen que ya no es ‘natural’”, mencionó.
En cambio, los vinos convencionales permiten una amplia variedad de insumos para corregir o acelerar procesos. Los vinos de mínima intervención, en cambio, se diseñan desde el viñedo con el objetivo de que la bodega intervenga lo menos posible.

Pancho Barreiro, periodista especializado y cocreador de VIOS, lo resume así: “Ya no alcanza con decir ‘es natural’: la calidad tiene que estar a la altura del discurso. Hay mucha confusión entre vino natural, orgánico y biodinámico, y no son lo mismo. Si hablamos de una tendencia con futuro, tenemos que hablar de vinos orgánicos. Porque no se trata sólo de qué tomamos, sino de cómo se produce”.
Por su parte, Florencia Moreno, enóloga de Bodega Alpamanta, una de las participantes de la feria, agrega una mirada técnica sobre el perfil de los vinos naturales. “Al ser elaborados con levaduras Saccharomyces y no Saccharomyces, los vinos naturales generan un abanico organoléptico disruptivo, propio de cada terroir y cada añada. Son vinos únicos e irrepetibles. Suelen ser más ácidos y turbios, ya que conservan sus borras, donde se encuentran antioxidantes naturales y compuestos que enriquecen su evolución. Lo complejizan”, explicó.
El crecimiento de los vinos orgánicos y sustentables es sostenido. En 2014, solo se destinaban al consumo interno 4.428 litros de vino orgánico certificado. Hoy, esa cifra supera los 1.5 millones, un aumento del 34.000%. Las exportaciones también subieron un 27% en la última década.
Además, la superficie certificada de uva orgánica creció un 76%. Mendoza lidera la producción, seguida por La Rioja y San Juan, y el Malbec representa más del 30% de la uva orgánica cosechada.
“Como productores, somos conscientes de que para lograr vinos de calidad tenemos que partir de una materia prima excelente, cuidando cada recurso. Hoy los ojos de la industria están puestos en los proyectos sustentables. Desde mi visión, el vino natural es un alimento vivo”, sentenció la enóloga.
Un recorrido por más de 30 bodegas responsables
Entre las bodegas participantes de esta edición se encuentran Alpamanta, Domaine Bousquet, Chakana, Altos Las Hormigas, Cruzat, Piedra Negra, Kaiken, Santa Julia, Pulmary, La Matilde, Felix Enrique 1931, Marantiqua, Vilarnau, Lala Lá, Veteris Conventus, entre muchas otras.
Con entrada anticipada a $38.500 (general a $55.000), disponible en el sitio oficial del evento, la Feria de Vinos Orgánicos y Sustentables reafirma su compromiso: construir un futuro en el que el vino sea una expresión del cuidado por el entorno y las personas.