Cuando hablamos de frutas grandes, solemos pensar en sandías o melones. Sin embargo, existe una que supera estas opciones no solo en tamaño sino también en peso, convirtiéndola en la más imponente del planeta.
La fruta en cuestión es la yaca o jackfruit, que puede alcanzar los 30 kilos y medir hasta 90 centímetros de largo.
La yaca es originaria de las regiones tropicales del sur de Asia, especialmente en países como India, Bangladesh y Sri Lanka. Entre sus características, se destaca su cáscara verde o amarillenta gruesa y rugosa, que recubre varios gajos dulces y aromáticos.

Cada uno de estos ejemplares puede alimentar a varias personas y es una de las frutas más valoradas en la cocina asiática. Su pulpa tiene un sabor que similar a una mezcla entre bananas, mangos y piñas. Además, suele utilizarse tanto en preparaciones dulces como saladas.
Para algunos países, la yaca es considerada un alimento clave por su valor nutricional y su capacidad para crecer en condiciones extremas. Además, es una alternativa vegetal muy buscada por quienes siguen dietas vegetarianas o veganas, ya que su textura permite reemplazar la carne en varios platos.
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Dónde se cultiva la yaca y por qué es tan especial
Aunque la yaca es típica del sur de Asia, su cultivo se expandió a otras zonas tropicales del mundo, como Brasil y algunas regiones de África. Su resistencia a las plagas y su capacidad para crecer en suelos áridos la convirtieron en una de las opciones más elegidas en esos países.
Sin embargo, más allá de su tamaño, lo que realmente llama la atención es su aroma invasivo y su interior, que es un verdadero tesoro de sabor y nutrientes.