En Londres sucede en sótanos de cafeterías con luz tenue. En Berlín, en salones amplios con mesas comunales y DJs escondidos entre plantas. En Nueva York, en rooftops o patios industriales donde el espresso reemplaza al gin tonic. Las coffee raves —fiestas electrónicas diurnas que combinan café de especialidad, comunidad y música en vivo— ya son parte del paisaje cultural global. Y desde hace un tiempo, también toman forma en Buenos Aires.
La propuesta es clara: cortar con la lógica nocturna, y reemplazarla por una experiencia más relajada y estimulante para activar los fines de semana. Con sets de Djs en vivo que se mueven en comunidad, esta propuesta se impone y encuentra cada vez más adeptos.
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El microcentro se reinventa
Y si bien los barrios de moda como Palermo o Chacarita marcan el pulso de estas novedades, hay una movida en ascenso que sorprende por su ubicación: el microcentro porteño. Tras la pandemia, esta zona histórica inició un proceso de reconversión urbana. Las oficinas que antes marcaban su ritmo fueron reemplazadas por proyectos culturales, galerías, espacios de coworking, librerías y nuevas propuestas gastronómicas.
Iconos tradicionales como Brighton o Paulin —ambos integrantes del circuito de bares notables— comenzaron también a resignificarse, integrándose al nuevo pulso de la ciudad.
En Sarmiento 641, entre ambos bares, crearon una nueva cafetería de especialidad. Allí mismo, nació un ciclo de coffee raves, sábado por medio, entre las 16 y las 20.30, que ya empezó a captar la atención de turistas curiosos, crews vinculadas a la escena electrónica y exploradores del fin de semana.
Café, música electrónica y vinos
La propuesta combina café y pastelería de especialidad, sets de música electrónica en vivo y, hacia el atardecer, una barra de vinos y espumantes seleccionados de Piccolo Banfi que acompaña el cierre perfecto para quienes quieren seguir la noche porteña con otra energía.
Este sábado 26, la rave trae el desembarco de tres DJs internacionales provenientes de distintas partes del mundo: Dery Altamira (Senegal), Drahm (Canadá) y Nastya Ko (Rusia). Con la firma de la calidad sonora alemana de Thonet and Vander, y la dirección artística de la productora 360 Sessions del Dj argentino Cloz junto a la agencia Connecto, el evento promete.
