Al terminar de hacer fideos o cualquier tipo de pastas, la mayoría de personas tira el agua de cocción pensando que no tiene ninguna utilidad. Sin embargo, se trata un recurso valioso repleto de almidón que puede utilizarse para múltiples propósitos.
Por qué no tirar el agua de cocción de los fideos, según una chef italiana: “Es un tesoro”
La chef Roberta, que se define a sí misma como “embajadora de la cocina italiana auténtica en América Latina”, tiene una inmensa comunidad en redes sociales donde comparte recetas y consejos de la gastronomía de Italia.

En uno de los videos publicados en su cuenta de Instagram, donde cuenta con más de 318.000 seguidores, advirtió que nunca hay que tirar el agua en la que se cocieron los fideos. “Este es uno de los secretos de la cocina italiana. Al cocinar la pasta, el agua de cocción es un tesoro que a menudo no se utiliza”, aclaró.
Según explicó, se trata de un líquido “rico en almidón, lo que ayuda a mejorar tanto la textura como el sabor del plato”. Asimismo, indicó que “es perfecta para crear una salsa o un condimento, salteando la pasta en ella para que quede mucho más cremosa”.
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“Entonces, la próxima vez, antes de tirarla, piénsalo dos veces”, concluyó en la publicación, que cuenta con más de 100.000 me gustas y 430 comentarios.
Ocho usos que se le puede dar al agua de cocción de la pasta
- Para darle cuerpo a las salsas: el agua de cocción de la pasta está cargada de almidón, por lo que es ideal para espesar salsas. De esta manera, no hace falta utilizar ingredientes más pesados como la harina, la maicena o la crema de leche. Asimismo, el agua ayuda a que la salsa se adhiera mejor a la pasta.
- Rescatar sabores del fondo: si al preparar un sofrito o un asado la comida se adhiere al fondo de la sartén u olla, basta con añadir un poco de esta agua caliente para levantar esos restos. De esa forma, no solo se limpia el recipiente, sino que se incorporan al plato los sabores que se habían quedado pegados.

- Ajustar la consistencia de las salsas: cuando una salsa queda demasiado espesa o concentrada, se puede suavizarla con unas cucharadas de agua de pasta caliente. A diferencia del agua corriente, el almidón ayuda a mantener una base cremosa.
- Remojar legumbres: una vez fría, se puede aprovechar para hidratar garbanzos, porotos o lentejas. Como ya tiene algo de sal y almidón, puede aportar un ligero sabor extra a las legumbres.
- Enriquecer caldos y sopas: en lugar de empezar con agua común, el agua de pasta puede servir como base para un caldo de pollo o de verduras. El almidón aporta una textura más densa, lo que hace que se consiga un resultado más sabroso.
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- Limpieza en la cocina: justo después de colar la pasta, el agua sigue bien caliente y es perfecta para ablandar restos de grasa o comida pegada en ollas y sartenes. De esa manera, se ahorra el gasto de calentar más agua.
- Mejorar masas de pan: una vez entibiada, se puede usar en lugar de agua corriente para preparar pan, pizza o incluso masas dulces. El almidón ayuda a que la masa quede más elástica y a que mantenga más humedad.
- Cocinar otros alimentos: si todavía está caliente, se puede reutilizar para hervir verduras, preparar arroz o incluso cocinar al vapor.