El asado a la parrilla es un clásico argentino, pero no todos logran ese equilibrio perfecto entre sabor y textura. Muchas personas recurren al marinado o al adobo para darle sabor, pero hay un condimento sencillo que hace toda la diferencia. Este truco es ideal para quienes buscan resaltar el sabor natural de la carne sin recurrir a preparaciones largas o complicadas.
Un ingrediente que sorprende
El condimento estrella para transformar la costilla es la mostaza de Dijon mezclada con un toque de miel. Esta combinación le aporta una capa de sabor suave y ligeramente dulce que resalta el gusto ahumado de la parrilla. Además, forma una costra dorada y crujiente que sella los jugos de la carne, manteniéndola tierna y jugosa.
Cómo aplicarlo paso a paso
- Preparar la mezcla: Combinar 2 cucharadas de mostaza de Dijon con 1 cucharada de miel en un bowl.
- Untar la costilla: Cubrir ambos lados de la carne con una capa fina de esta mezcla.
- Dejar reposar: Dejar la costilla reposar durante 10 minutos a temperatura ambiente para que el sabor penetre.
- Cocinar a fuego medio: Colocar la costilla en la parrilla y cocinar lentamente para evitar que se queme el exterior.
- Servir caliente: Retirar la carne cuando alcance el punto deseado y dejar reposar unos minutos antes de cortar.
Ventajas frente a otras técnicas
- Menos tiempo de preparación: No requiere horas de marinado, como sucede con otros métodos.
- Realza el sabor natural: No oculta el gusto de la carne, sino que lo potencia.
- Versatilidad: Funciona con diferentes cortes y no altera el proceso clásico de asado.
Innovar sin perder la tradición
Incorporar esta técnica no implica renunciar al asado tradicional, sino mejorarlo. La mostaza de Dijon y la miel aportan un toque moderno que encantará a tus invitados. La próxima vez que prepares costilla a la parrilla, probá este condimento: transformará tu experiencia gastronómica.