El Martini es mucho más que un cóctel: es un ícono cultural. Asociado al glamour, la sofisticación y el misterio, este trago transparente y elegante dejó su huella tanto en la historia de la coctelería como en el cine y la televisión. En el Día del Martini, lo celebramos con cinco curiosidades que explican por qué sigue siendo una de las bebidas más famosas del mundo.
1. El origen del Martini es un misterio… pero hay teorías
Aunque su nombre remite al vermouth Martini & Rossi, muchos aseguran que el trago nació en California, en el siglo XIX, como una evolución del “Martinez”, un cóctel dulce con gin y vermouth. Con el tiempo se volvió más seco y minimalista, hasta alcanzar la versión que conocemos hoy: gin o vodka, vermouth seco y una aceituna o un twist de limón.
2. James Bond volvió al Martini un símbolo de estilo
“Sacudido, no revuelto”. Esa frase bastó para que el agente 007 convirtiera al Martini en su sello personal. En las películas, lo pide con vodka en lugar de gin, y eso marcó una tendencia que cambió la forma de preparar el cóctel en muchos bares del mundo. El Martini de Bond no solo era una bebida: era una declaración de carácter.

3. El Martini tiene una versión “sucia”
El clásico Martini puede tener un giro inesperado: el Dirty Martini, que se prepara con un chorrito de salmuera de aceitunas. El resultado es un trago más salado y con un perfil de sabor diferente, ideal para quienes prefieren cócteles intensos y poco convencionales.
4. No todos toman igual el Martini
Las proporciones entre gin o vodka y vermouth varían mucho según el gusto. Algunos lo prefieren “muy seco”, con apenas unas gotas de vermouth; otros optan por recetas más equilibradas. Incluso existen versiones con vermouth rosado, con cebollitas en lugar de aceituna (Gibson) o con café, como el Espresso Martini.

5. El secreto del Martini está en los detalles
Servirlo en copa de cóctel bien fría, con hielo de buena calidad, mezclarlo con delicadeza (o agitarlo, si uno se siente como Bond) y elegir ingredientes de calidad son claves para lograr un buen Martini. Es un trago que parece simple, pero cada paso influye en el resultado final.

Desde las barras clásicas de Nueva York hasta los bares modernos de Buenos Aires, el Martini sigue cautivando a quienes buscan elegancia en una copa.