El perejil es una de esas hierbas que no puede faltar en la cocina. Su sabor y aroma son inigualables, pero mantenerlo fresco puede ser un desafío. Sin embargo, existe un truco sencillo que te permitirá conservarlo en perfectas condiciones durante varias semanas.
El secreto para mantener el perejil fresco
Todo comienza en el momento de la compra. Para asegurarnos de que el perejil durará, hay que elegir un manojo con hojas de un verde vivo, sin manchas ni tallos resecos. Aunque no siempre es fácil, ya que los paquetes suelen ocultar las partes en peor estado, este paso es clave. Y una vez en casa, un consejo esencial: no lo laves hasta el momento de usarlo. La humedad extra acelera su deterioro.
Uno de los métodos más recomendados por cocineros y amantes de la cocina consiste en envolver el perejil en papel absorbente ligeramente humedecido, usando por ejemplo un vaporizador. Se coloca el perejil en una capa sobre el papel, se enrolla con cuidado y se guarda dentro de una bolsa plástica con cierre (mejor si está algo abierta o tiene perforaciones). Así se mantiene una humedad controlada que evita tanto el secado como la aparición de moho.
Otra opción es utilizar un tupper: se forra con papel de cocina húmedo, se colocan las hojas —sin apretarlas— y se cubren con otra capa de papel antes de cerrar el recipiente.
También se puede conservar el perejil en la heladera como si fuera un ramo de flores. Se cortan ligeramente los tallos para que absorban mejor el agua, se colocan en un vaso con un poco de agua, y se cubren las hojas con una bolsa de plástico. Así, el aire seco del frigorífico no las reseca.
Una variante muy efectiva de este sistema consiste en reutilizar una botella de plástico. Se corta por la mitad y se utiliza la base como florero. La parte superior se adapta con unos cortes verticales (a modo de flecos) para encajarla encima, creando un pequeño invernadero que se puede guardar en la puerta de la heladera.
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Mantenimiento: la clave del éxito
Independientemente del método elegido, es importante revisar el perejil cada pocos días y retirar cualquier hoja que empiece a marchitarse. Así se evita que el deterioro se extienda al resto del manojo.
