Aunque muchos prefieran ningunear a la calabaza y rebajarla a una simple comida para momentos de enfermedad, la realidad es que es un fruto versátil que permite combinarlo con otro tipo de alimentos y formar un muy rico plato.
La calabaza no es solo puré sino que, antes de que llegue a ese estado, se puede usar para preparar una exquisita tarta que resuelva rápido un almuerzo o una cena familiar y que, al mismo tiempo, sea sumamente nutritiva. Y en este ítem, una de las mejores combinaciones se da con la tarta de calabaza y cebolla, cuya receta es sumamente sencilla de llevar a cabo. A continuación, paso a paso, cómo prepararla.
Tarta de calabaza y cebolla: ingredientes
- Una masa para tarta (se puede usar masa quebrada o directamente masa para tarta)
- 500 gramos de calabaza, que debe pelarse y cortarse en cubos
- 2 cebollas grandes, que se tienen que cortar en finas rodajas
- 200 gramos de queso en fetas desmenuzado (puede ser queso de máquina o algún queso rallado aunque no muy fuerte)
- 3 huevos frescos
- 200 ml de crema de leche
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- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
- Un poco de perejil fresco picado o también un puñado de semillas, como para decorar (esto es opcional)
Tarta de calabaza y cebolla: modo de preparación, paso a paso
- Lo primero es encender el horno a 180 grados de temperatura y precalentarlo. Tomar el molde en el que se hará la tarta, enmantecarlo (o aceitarlo) pero apenas, lo suficiente como para que la masa no se pegue.
- Estirar la masa para la tarta sobre la tartera y colocarla en el molde presionando ligeramente con los dedos. El objetivo de esto es constatar que la masa se adhiera bien en el fondo y también en los costados del molde.
- Luego, tomar un tenedor y pinchar apenas la base y llevar a la heladera mientras se prepara el relleno.
- Calentar una sartén grande con un poco de aceite de oliva y ahí saltear las rodajas de cebollas. Es importante hacerlo con fuego medio para que no se quemen. Cuando los aros de cebolla estén dorados y caramelizados -algo que ocurrirá entre los 10 y los 15 minutos, retirar del fuego y reservar en un recipiente aparte.
- En la misma sartén, poner los cubos de calabaza y cocinarlos durante 10 minutos, también a fuego medio, hasta que estén tiernos pero firmes: esto significa que no deben quedar como para hacer puré. Retirar del fuego y reservar en el mismo recipiente en el que ya estaba la cebolla.
- En un tazón grande o una compotera profunda, romper los dos huevos y batirlos junto con la crema de leche. Agregamos sal y pimienta al gusto y continuar batiendo hasta que la mezcla sea uniforme.
- Sacar de la heladera la tartera con la masa y poner la cebolla caramelizada y la calabaza cocida para empezar a armar la tarta propiamente dicha, distribuyéndolas de manera uniforme. Una vez terminado este paso, espolvorear el queso por encima del contenido.
- Como último paso antes de llevar al horno, echarle encima la mezcla de los huevos batidos junto a la crema, teniendo en cuenta que debe tapar todos los ingredientes de la tarta.
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- Finalmente, con el horno precalentado, cocinar durante uno media hora o un poco más, según el tipo de horno, cuidando que la superficie de la tarta vaya quedando dorada de forma pareja y firme al tacto.
- Sacar del horno y dejar que se enfríe un poco antes de hacerle los cortes en porciones para servir. En este último paso, para quien lo desee, es el momento de usar el perejil picado o el puñado de semillas para decorar.
Este plato puede ser acompañado perfectamente por una ensalada de hojas verdes y tomate.