Los chorizos son un verdadero clásico de la parrilla, que tienen aceptación masiva y permiten “abrir” la ceremonia del asado de la mejorar manera. Sin embargo, hay quienes se privan de degustarlos por tener tanta grasa en su interior. Pero esto tiene solución...
El detalle importante para hacer más saludable este plato radica en conocer los secretos para desgrasar los chorizos completamente. De esa manera se podrá comerlos sin sentir culpa ni preocuparse por el colesterol.
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Uno de los consejos más útiles se puede implementar de manera sencilla. Primero hay que poner a hervir abundante cantidad de agua en una olla. Antes de introducir los chorizos, tenemos que pincharlos o rasgarlos, para hacer orificios por los que irá saliendo la grasa.
Se debe apagar la hornalla cuando el agua entre en ebullición y dejar que los chorizos se vayan desgrasando por unos dos o tres minutos. Es importante saber que esté método no le quitará ni una pizca de su sabor a los chorizos, sino que solo hará que pierdan la grasa, que quedará en el agua.
Otro de los tips ideales para poner en práctica consiste en quitarles la piel sintética y desmoronarlos. Para ello hay que poner los chorizos en una sartén previamente calentada y empezar a cocinarlos. Cuando están listos, se inclina un poco la sartén y se la mantiene así durante 15 minutos. Así irá saliendo el exceso de grasa. Este método tampoco hace que el chorizo pierda su sabor característico.
Una tercera opción es envolver los chorizos en papel film, ponerlos en un plato y hacerles unos cortes antes de llevarlos al microondas por 5 minutos a potencia media-baja. La grasa empezará a salir, impregnando el papel film. El resultado se puede mejorar desenvolviéndolos y quitando el resto de la grasa pegada usando una servilleta o un trapo limpio.
Cómo hacer más saludable a un clásico de la parrilla
Estos sencillos métodos permitirán disfrutar del sabor de los chorizos sin sumar grasa al organismo, ni hacer que aumenten los niveles de colesterol en sangre ni generar riesgos para la salud cardiovascular.
Hay que tener en cuenta que el chorizo tradicional puede contener entre un 21% y un 60% de grasa, dependiendo de la receta regional y los procesos a los que se someta. En promedio, en la Argentina, un chorizo contiene unos 9 gramos de grasa y aporta 356 calorías por cada 100 gramos.
Uno de los menos saludables que se conocen es el chorizo de Pamplona, que puede tener entre 55% y 60% de grasa del producto seco, a diferencia del chorizo ibérico de bellota, que aporta alrededor de 300 calorías por cada 100 gramos, gracias a la rica infiltración de grasa que proviene de la dieta exclusiva de los cerdos.
El chorizo, que es un embutido originario de España que luego se expandió a Latinoamérica y en la Argentina se convirtió en un clásico de la parrilla, tiene muchas formas de preparación y hay quienes eligen comerlo de modo “mariposa” (abierto al medio), mientras que otros prefieren hacerlo a la cacerola, con salsa pomarola.
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Pero también hay secretos para prepararlos de la forma correcta a la parrilla. De hecho, es cuestión de seguir una guía de seis simples pasos, que van desde la elección del embutido hasta la forma en que se debe cocinar e incluso el modo en que se tiene que servir. En esta nota está el secreto para sacar un choripán perfecto.
