Esta es la receta para hacer pastrón rápido, fácil y con pocos ingredientes en tu casa. Este plato es ideal para combinar especias, hierbas aromáticas y un buen corte de carne como lo es la tapa de asado. Seguí este paso a paso y dale tu toque personal a esta preparación.
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Qué ingredientes necesito para hacer pastrón
- 1 kg de tapa de asado
- 200 g de sal gruesa
- 100 g de azúcar moreno
- 10 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- 1 cucharadita de pimienta negra en grano
- 1 cucharadita de semillas de coriandro
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- 1/2 cucharadita de pimentón ahumado
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Cómo hacer pastrón: receta paso a paso
- Mezclar la sal gruesa, el azúcar moreno, el ajo picado, las hojas de laurel, la pimienta negra en grano, las semillas de coriandro, las semillas de comino, el pimentón dulce y el pimentón ahumado en un bol.
- Frotar la mezcla de especias por toda la tapa de asado, asegurándote de cubrir bien todas las superficies.
- Envolver la tapa de asado en papel film y colocar en una fuente o bandeja para horno.
- Dejar reposar en la heladera durante 48 horas, volteando la carne una vez al día.
- Pasadas las 48 horas, retirar la carne de la heladera y enjuagar bien con agua fría para eliminar el exceso de sal.
- Secar la carne con papel de cocina.
- Precalentar el horno a 120°C.
- Colocar la tapa de asado en una rejilla sobre una bandeja para horno para que la grasa pueda drenar.
- Hornear la carne durante 4-5 horas, o hasta que alcance una temperatura interna de 71°C.
- Retirar la carne del horno y dejarla reposar durante 30 minutos antes de cortarla.
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Recomendaciones para hacer pastrón
- Podés usar una olla de cocción lenta para cocinar el pastrón. En este caso, cocina la carne a fuego lento durante 8-10 horas.
- Podés usar una sonda de carne para asegurarte de que la carne esté bien cocida.
Pastrón: orígenes e historia
El pastrón, conocido también como “pastrami”, tiene un origen e historia fascinantes que se entrelazan con diversas culturas y migraciones. Esta delicia gastronómica se cree que originó en el Imperio Otomano o quizás más al este, en Rumania, donde se conocía como “pastrama”.
Inicialmente, la técnica de hacer pastrón surgió como un método de conservación de la carne antes de la invención de la refrigeración. La carne, generalmente de res, se curaba en salmuera, se secaba y, a veces, se ahumaba. Esta técnica no solo preservaba la carne, sino que también le proporcionaba un sabor y una textura únicos.
La historia del pastrón se entrelaza significativamente con la de los judíos de Europa del Este. En el siglo XIX, muchos judíos emigraron a los Estados Unidos huyendo de la persecución y la pobreza, llevando consigo sus tradiciones culinarias. En ciudades como Nueva York, comenzaron a adaptar sus recetas a los ingredientes disponibles. La pastrama rumana se transformó en “pastrami” en suelo estadounidense, usando pecho de res, una carne económica y fácil de encontrar en América.
El pastrami se hizo especialmente popular en los barrios judíos de Nueva York, donde se servía en pan de centeno, con mostaza, y a menudo acompañado de pepinillos en vinagre. Los famosos delis judíos, como Katz’s Delicatessen, fundado en 1888, ayudaron a popularizar este plato.
Con el tiempo, el pastrami se convirtió en un icono de la comida estadounidense, aunque sus raíces son profundamente internacionales. Hoy en día, se puede encontrar pastrami en diversas variaciones y se incorporó en una amplia gama de platos más allá del tradicional sándwich de pastrami en pan de centeno.
