Las últimas lluvia trajeron alivio para los cultivos de trigo en el oeste de la región núcleo, con acumulados que oscilaron entre 10 y 30 milímetros, niveles poco habituales para esta zona durante el mes de julio.
Este aporte hídrico resultó clave en un momento en que comenzaba a notarse la falta de humedad en los primeros centímetros del suelo, condición fundamental para el desarrollo temprano de las plántulas.
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Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en localidades como Hernández y Bell Ville, ambas en el este de Córdoba, se registraron precipitaciones de 30 y 24 mm respectivamente, mientras que en el noreste bonaerense, General Villegas y General Pinto alcanzaron los 28 milímetros.
Estos valores incluso superan las medias históricas para todo el mes, lo que representa una mejora sustancial para la campaña agrícola.

El agua llegó en un momento clave y mejora las perspectivas para el trigo en la región núcleo
La BCR también destacó que el agua caída refuerza la retención en los niveles superficiales del suelo, esencial para el establecimiento firme de los cultivos, y pronostica nuevas lluvias para mediados de la semana, lo que podría seguir beneficiando la región central. Este escenario es alentador para los productores que buscan asegurar una buena producción en la temporada 2025.
Los registros superaron las medias históricas mensuales en zonas como el este de Córdoba y el noroeste de Buenos Aires, aportando una señal positiva en plena etapa de implantación.
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Además de favorecer al cultivo, los acumulados ratifican una tendencia climática que empieza a definirse: la de un invierno con lluvias por encima de lo habitual. La BCR advirtió que este patrón húmedo podría sostenerse en las próximas semanas, lo que elevaría el potencial de rendimiento de los lotes ya sembrados. Para mediados de esta semana, los pronósticos anticipan nuevas precipitaciones sobre el centro del país, en un contexto donde cada milímetro cuenta para consolidar el perfil hídrico.

En ese sentido, el consultor Alfredo Elorriaga explicó que las condiciones atmosféricas actuales son propicias para que continúe la actividad pluvial. “Los modelos de pronóstico indican que durante la segunda semana de julio seguirán predominando las temperaturas moderadas, aunque siempre dentro de parámetros invernales, fundamentalmente por la influencia de la circulación noreste”, señaló. Esa persistencia de aire húmedo, sumada al avance de frentes fríos desde la Patagonia, podría seguir generando lluvias útiles para el centro de la región pampeana.