“La campaña es interesante, pero de números muy ajustados. Hay que rascar en el fondo del tarro”, afirmó el ingeniero agrónomo Leandro Vatti durante una charla en la localidad de La Violeta, partido de Pergamino, donde más de un centenar de productores agropecuarios del norte de Buenos Aires escucharon con atención su diagnóstico para el ciclo 2025/26.
Vatti pronosticó un aumento del 10 al 15% en la superficie destinada a trigo y arveja en la región, aunque advirtió que será una campaña en la que “no se puede fallar”.
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En diálogo con TN, remarcó que los márgenes siguen siendo estrechos y que la planificación será clave ante los riesgos climáticos.
“No es una campaña fácil”, reconoció. “Los números no son buenos. A veces empezas mal y terminas bien, otras veces es al revés. Depende del clima”, explicó.
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Sin embargo, alentó a los productores a enfocarse en la eficiencia: “El productor tiene que concentrarse en hacer las cosas como hay que hacerlas”.
Subrayó la importancia de aplicar tecnologías accesibles y efectivas: “Se ha avanzado en temas de bajo costo y alto impacto. Son kilitos de trigo que suman, y mucho”.

La campaña arranca con humedad, pero será de alta exigencia
Durante su exposición en el auditorio de la cooperativa local, Vatti abordó temas técnicos como el tratamiento de semillas, la fertilización y las etapas críticas de germinación.
Destacó la evolución en el uso de hongos y nutrientes que fortalecen la defensa de las plantas frente a adversidades, lo que —según dijo— reduce la dependencia de insumos químicos.
“La participación de la gente entusiasma, pero hay que ser cuidadosos. Los costos siguen siendo altos para los rindes de la zona, aunque soy optimista. Está todo inventado, solo hay que tomar las decisiones correctas”, señaló.
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Vatti presentó varios cuadros comparativos en el que mostró que, si se hacen las tareas de manera eficiente y en tiempo, la ganancia puede oscilar entre 2 y 6 quintales por hectárea.
Sin embargo, advirtió que los márgenes son tan ajustados que también existe la posibilidad de obtener resultados negativos si el clima o la planificación fallan.

El ingeniero recomendó diversificar las variedades de semillas, sobre todo para aquellos productores que se inclinarán exclusivamente por el trigo esta campaña. “No hay que jugársela a una sola opción”, remarcó, al tiempo que insistió en la necesidad de tomar decisiones técnicas con respaldo, evitando improvisaciones.
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Vatti destacó que la campaña comienza con una buena reserva de humedad en el perfil del suelo, gracias a las lluvias recientes que beneficiaron a gran parte del norte bonaerense. Este factor, dijo, puede ser una ventaja si se acompaña con una correcta elección de ciclos y tratamientos adecuados en la etapa inicial del cultivo.
A lo largo de la charla, fue compartiendo resultados de trabajos realizados por el INTA Pergamino, el movimiento CREA y ensayos propios en la región.
Todos coinciden en un punto: se trata de una campaña desafiante, en la que el productor bonaerense deberá lidiar con múltiples variables y altos costos, en un contexto que exige precisión en cada decisión.
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El mensaje fue claro: aunque el clima es un factor fuera de control, la campaña puede ser exitosa si se actúa con precisión.