Tras una campaña que dejó resultados mixtos para la producción de legumbres, se presenta un panorama exportador que es alentador, con perspectivas optimistas para la demanda mundial en los próximos años, según analizó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
“La cosecha 2023/24 trajo crecimientos en arvejas, recuperación en garbanzos y lentejas y bajas en porotos”, sintetizó el reporte elaborado por Guido D’Angelo, Natalia Marín y Julio Calzada.
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El 10 de febrero se celebró el Día Mundial de las Legumbres, una propuesta de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta fecha fue promovida para destacar el papel vital de las legumbres en la promoción de la salud del suelo, la seguridad alimentaria, el medio ambiente y la nutrición de las personas.
En términos regionales, Argentina muestra una marcada diferencia entre la distribución de los cultivos. Por un lado, la producción de arvejas y lentejas se concentra en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y, en menor medida, Córdoba.
Por otro lado, las cosechas de porotos y garbanzos se distribuyen más hacia el norte del país, con un rol destacado de Salta, Santiago del Estero y Tucumán, y en menor medida en Chaco, Catamarca y Jujuy.
Estas diferencias regionales también se ven en los impactos de las lluvias, y naturalmente, sobre las producciones de cada legumbre en Argentina.
Siguiendo los datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), en materia de la coyuntura productiva 2023/24, las arvejas, garbanzos y lentejas dejaron atrás la fatídica campaña 2022/23, aunque en porotos se registró una caída importante de rendimientos.
La producción de arvejas se triplicó con creces y se ubicó más de un 20% por encima del promedio de las últimas cinco campañas. El crecimiento de las arvejas se explica por alzas en todos los indicadores productivos.
Mientras la superficie sembrada creció casi un 9%, el retroceso de la sequía mejoró sustancialmente el área cosechada: mientras en 2022/23 se cosechó apenas el 60% de la superficie sembrada, la campaña de arvejas 2023/24 mejoró sus niveles de superficie cosechada, 92% de las hectáreas sembradas.
Sin embargo, el principal impulsor del crecimiento viene por la productividad: el rinde de arvejas 2023/24 se duplicó y dejó atrás la sequía, volviendo a acercarse a sus promedios históricos.
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No conforme con ello, la cosecha 2023/24 marcó un crecimiento de casi el 80% en la producción de garbanzos.
Sin embargo, la producción de esta legumbre aún se encuentra un 6% por debajo del promedio de los últimos cinco ciclos productivos.
A pesar de un crecimiento de más del 50% en el área sembrada, y en máximos desde el ciclo 2019/20, el rendimiento de los garbanzos subió apenas un 6,5%, aún debajo de sus promedios.
Asimismo, si bien la cosecha de lentejas se duplicó cómodamente, todavía está casi un 50% por debajo de sus promedios históricos. “Es importante destacar que esta recuperación parte de pisos muy bajos: la cosecha 2022/23 marcó una caída del 91% en la producción de lentejas en Argentina”.
Finalmente, la producción de porotos 2023/24 marcó una caída del 40%. Luego de evitar la sequía de la cosecha 2022/23, la campaña actual mostró una marcada merma, explicada ante todo por la fuerte baja de rendimientos.
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Así, la producción de porotos se ubicó en un mínimo de siete años, con los rendimientos productivos en mínimos de más de una década. “Este panorama complejo se verificó especialmente en las variedades de poroto negro y poroto alubia, que representan cerca del 80% de la superficie sembrada con esta legumbre en el país”, pormenorizó el informe.
Los ritmos de producción han condicionado los volúmenes de exportación de las legumbres argentinas. En línea con las mermas de la cosecha, el volumen embarcado de porotos cayó un 46% y tocó su menor valor exportado desde 2013, cayendo este un 38%.
En el caso de las arvejas, pasada la sequía las toneladas exportadas de dicha legumbre se multiplicaron por 10, y alcanzaron su tercer mayor nivel en dos décadas. No obstante, por la caída de precios, las exportaciones de arvejas medidas en dólares se multiplicaron por 7.
“La recuperación productiva de los garbanzos trajo un crecimiento exportador del 64% en volumen y del 45% en precios, en un 2024 que marcó la mayor generación de divisas desde 2018 para esta legumbre. Finalmente, las lentejas registraron su segundo mayor volumen exportado en más de veinte años”, describió el informe.
A pesar de los crecimientos exportadores de las arvejas, garbanzos y lentejas, la caída productiva y exportadora del poroto fue muy marcada.
“Consideradas en conjunto, las exportaciones de legumbres en Argentina cayeron 12% en 2024, ubicándose 24% por debajo de su promedio de cinco años en dólares. A pesar de esta coyuntura adversa para las legumbres, el panorama venidero para la demanda es muy alentador”, concluyó el informe.