La cosecha de trigo llegó a su fin, con una producción acumulada de 18,6 millones de toneladas, según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
Este resultado muestra un aumento del 7% respecto a la campaña pasada y un 6% por encima del promedio de los últimos cinco años.
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Sin embargo, los rendimientos estuvieron por debajo de lo esperado, especialmente en el sudeste de Buenos Aires, donde fueron inferiores a los históricos.
A pesar de esto, los rendimientos superiores en otros núcleos productivos, como el centro y sudoeste de la provincia, ayudaron a sostener la cifra final.
La soja enfrenta un panorama complejo debido al déficit hídrico en varias regiones productivas
A nivel de la soja, los productores se enfrentan a un escenario climático desafiante.
Si bien la siembra avanza con un progreso de 98,2% en la cobertura de las 18,4 millones de hectáreas proyectadas, las condiciones de humedad del suelo se deterioraron.
Un 17% de la soja presenta una condición hídrica considerada insuficiente, lo que plantea un riesgo para la campaña, ya que la soja de primera en el Núcleo Sur se encuentra en una etapa crítica, justo antes del período que determinará su rendimiento.
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Los analistas mencionan que, si no se registran lluvias significativas en los próximos días, las pérdidas en el potencial de rinde podrían ser significativas, especialmente en los núcleos del norte y centro del país.
Además, la situación se agrava para la soja de segunda, cultivada en su mayoría en las zonas que ya enfrentan déficit hídrico.
En el este de Buenos Aires y en algunas regiones del sur de Santa Fe y Entre Ríos, los cultivos presentan signos de estrés debido a la falta de agua, sumado a la presencia de plagas como la arañuela y los trips, comunes durante períodos de sequía.
Estos factores combinados afectan la viabilidad de los cultivos y podrían generar pérdidas adicionales en la cosecha.
El maíz, el girasol y el sorgo avanzan en su desarrollo, pero enfrentan desafíos por la falta de lluvias
En cuanto al maíz, la siembra se aproxima a su finalización con un 95,1% de la superficie proyectada ya sembrada, lo que indica un avance del 2,4% respecto al año anterior.
A pesar del progreso, las elevadas temperaturas y la escasez de lluvias en las últimas semanas redujeron las áreas en condiciones óptimas, especialmente en las provincias del centro y este del área agrícola.
Aunque las siembras de maíz temprano se encuentran en condiciones generales buenas, las siembras tardías, que están en su etapa vegetativa, podrían enfrentar desafíos adicionales si las lluvias no llegan a tiempo.
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El girasol también muestra avances a nivel de siembra y cosecha.
A nivel nacional, la cosecha de girasol apenas alcanza un 3,4%, pero en los núcleos del NEA y el centro-norte de Santa Fe, los rendimientos van superando las expectativas.
Sin embargo, el 54% de los cultivos en pie registra condiciones de humedad adecuadas u óptimas, mientras que el 81% muestra cultivos en estado normal o excelente.
El cultivo ya se encuentra en plena floración en varias regiones y el llenado de grano comenzó en una proporción significativa.
No obstante, los productores del sur del país, especialmente en el sudoeste bonaerense, necesitan más lluvias para evitar un deterioro en los rendimientos.
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En paralelo, la siembra de sorgo también avanzó, alcanzando un 89,8% de las 1.000.000 de hectáreas proyectadas para la campaña.
Aunque la siembra está prácticamente concluida, los cultivos enfrentaron ataques de pulgón amarillo, especialmente en las primeras etapas, lo que ha requerido la aplicación de insecticidas.
A pesar de estos problemas, se espera que los cultivos en el centro del área agrícola mejoren su condición, aunque también se observa la presencia del pulgón en algunas zonas, lo que sigue siendo una preocupación para los productores.
