El Gobierno nacional oficializó este miércoles la creación de un régimen de información respecto de la producción de granos y semillas en proceso de certificación, que incluye a cereales, oleaginosas y legumbres secas. A partir de esta medida instrumentada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y el ministerio de Agricultura, los productores deberán reportar, dos veces al año, el volumen de la producción de granos obtenido durante las cosechas fina (trigo, cebada, etc) y gruesa (soja, maíz y girasol).
La norma antes vigente, en cambio, preveía que los productores informen una sola vez al año su stock de granos. Asimismo, las modificaciones establecen que se informen, anualmente, las existencias de trigo a fines de febrero.
Según indicaron desde el organismo recaudador, estas novedades sobre la fiscalización en la producción de granos van en línea con los anuncios que el lunes hicieron sobre digitalización de la carta de porte para el transporte de subproductos granarios. “Las adecuaciones introducidas al Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), la base de datos donde se declaran distintos datos sobre la actividad, fortalecen la capacidad estatal para desarticular maniobras de evasión y benefician a aquellos actores que cumplen con sus obligaciones”, señalaron desde la AFIP.
Apuntan a “desarticular operaciones irregulares”
“La digitalización de la documentación y la mejora permanente en los datos sectoriales fortalece las tareas de control y fiscalización realizadas en forma coordinada por las distintas áreas del Estado”, expresó la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
Lee también Es oficial la carta de porte digital: en el campo alertan que la falta de internet dificultará implementarla
La funcionaria precisó que las resoluciones generales conjuntas 5236 y 5237, que se publicaron este miércoles en el Boletín Oficial, son instrumentos que “potencian las herramientas disponibles para desarticular operaciones irregulares que no solo afectan el financiamiento de las políticas públicas, sino que también perjudican a los actores que cumplen con las reglas”.
Según informaron oficialmente, las adecuaciones al SISA le permitirán a la AFIP, y al ministerio de Agricultura, contar “con datos más precisos con relación a la producción obtenida en las cosechas fina y gruesa y los rindes por hectárea de las explotaciones agrícolas”.
Asimismo, señalaron que la normativa perfecciona la información disponible en las bases de datos estatales sobre las existencias de trigo, una vez finalizada la cosecha de ese cultivo. “Las mejoras introducidas por la normativa fortalecen las políticas de fiscalización sobre la actividad con el objetivo de desarticular maniobras de evasión y contrabando”, precisaron desde el organismo recaudador en un comunicado.
Herramientas digitales en la cadena molinera
A las adecuaciones al SISA, se sumó la decisión de que los distribuidores y mayoristas del sector molinero deban utilizar, de forma obligatoria, el Remito Electrónico Harinero (REH) cuando envíen mercadería a las panaderías.
Lee también En el Gobierno creen que podría haber una “caída histórica” del ingreso de dólares del agro
La resolución conjunta de la AFIP y el Ministerio de Agricultura “amplía la trazabilidad sobre comercialización del sector”, según indicaron. De esta forma, la herramienta que obligaba a los molinos, primer eslabón de la cadena, a emitir el remito, ahora alcanzará también a los distribuidores y mayoristas que venden harina a las panaderías.