En el Gobierno nacional temen que en el segundo semestre pueda producirse una “caída histórica” en el ingreso de divisas del agro, tras la incertidumbre cambiaria que se generó por la renuncia del ex ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, que se tradujo en una desaceleración de las ventas de soja de los productores agropecuarios a las exportadoras, que les pagan los granos en pesos, al tipo de cambio oficial.
El informe, al que tuvo acceso TN, fue elaborado y difundido de manera interna por el ministerio de Agricultura de la Nación, principalmente en base a datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC).
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Allí se proyecta que, principalmente a causa de la salida de Guzmán, el volumen de ventas de granos de soja de los productores a la industria, entre julio y septiembre, podría ser solo de 4 millones de toneladas, casi la mitad que las 7,5 millones que se estimaban hasta el 6 de junio, que ya eran 2,5 millones de toneladas menos respecto a las 10 millones esperadas para una campaña normal. Es decir, que en el tercer trimestre las liquidaciones de la oleaginosa representarían apenas un 40% de lo comercializado habitualmente.
De esta manera, durante el tercer trimestre, el ingreso de divisas por molienda de soja sería de U$S 2.434 millones, de los cuales se recaudarían aproximadamente US$ 803 millones en retenciones, una baja del 46,68% respecto a los US$ 1.506 millones que se esperaban antes de los cambios en el área económica.
En base a lo descripto, el análisis de la cartera agropecuaria indicó que el foco debe orientarse en incentivos fiscales “para lograr que el productor venda más soja, y de alguna forma genere más volumen de molienda, producción y exportación de aceite y harina de soja”, y así poder llegar a las 10 millones de toneladas que se venden habitualmente durante e tercer trimestre del año. “De lo contrario, el riesgo de enfrentar una caída histórica en ingreso de divisas durante el segundo semestre del 2022 es muy alto”, alertó el estudio.
Entre los factores que generarían este escenario preocupante para la acumulación de reservas del Banco Central, en plena escalada de la cotización de los dólares paralelos, mencionaron a la incertidumbre económica, reserva de pago de insumos y alquileres postergados o cuotificados, menor disponibilidad de granos de la oleaginosa por caída de producción regional y la “nula posibilidad de incremento de DEX respecto a otros granos”.
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En este contexto, diagnosticaron que podrían producirse “anticipación de paradas técnicas de plantas industriales”, como así también una “brusca caída de ingresos de divisas que eran récord en el primer semestre”.
Una dinámica diferente en los cereales
El relevamiento también diferenció a la soja de la dinámica en los cereales y otros cultivos, al señalar que su patrón de ventas “es mucho más complejo, por varios motivos”.
“Los productores han vendido un volumen récord de trigo y de maíz durante esta cosecha 2021/22 en el primer cuatrimestre del año. Pero están teniendo un ritmo muy bajo de ventas de soja, dejando en stock aproximadamente 33 millones de toneladas. Este volumen no incluye importaciones temporarias ni el carry over 2021 (7 millones de toneladas)”, pormenorizó el relevamiento.
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“En primer lugar, hay que considerar que el productor este año priorizó la venta de trigo y de maíz, que en ambos casos llegaron a niveles récord de ventas considerando el primer cuatrimestre. La insistente actitud de amenazar con subas de DEX (derechos de exportación), hace que los productores se desprendan de los granos que tienen mas chances de sufrirlas”, indicó el análisis interno del ministerio.
Así, en trigo, pormenorizaron que los productores vendieron 20,2 millones de toneladas, equivalentes al 92% de la producción total estimada en 22 millones. “La exportación ya compro el 100% de sus necesidades (14.7 millones de toneladas), y todo el trigo restante queda en manos de la molinería, por lo que no habrá problemas de abastecimiento en todo 2022, además el precio internacional bajó al nivel pre guerra. Por otro lado, el fideicomiso estatal compensa a la molinería”, se analizó.
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En maíz, analizaron que los productores ya han comercializado 27 millones de toneladas y los exportadores tienen DJVE (Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior) por 27,6 millones de toneladas dentro del tope del “volumen de equilibrio”, que recientemente fue ampliado de 30 a 36 millones de toneladas.