Un avión privado, un Challenger 300 (matrícula LV-GOK), proveniente de Punta del Este, sufrió un grave accidente al despistarse e impactar contra una vivienda cercana al aeropuerto de San Fernando. El trágico suceso dejó como saldo la muerte de los dos tripulantes: el piloto y el copiloto.
En el interior de la aeronave no había pasajeros, solo la tripulación. Fuentes consultadas por este medio confirmaron que el Challenger 300, identificado con la matrícula LV-GOK, es propiedad de la familia Brito, aunque en esta ocasión había sido alquilado como vuelo charter por un tercero.
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La Municipalidad de San Fernando informó que, según los primeros datos recabados, el avión salió de la pista durante las maniobras de aterrizaje y terminó estrellándose contra una casa, donde se desató el fatal desenlace.