El Chaltén es uno de los lugares más espectaculares de Argentina. Se lo conoce como la capital nacional del trekking por la gran cantidad de senderos y caminatas que conducen al icónico Cerro Torre y al increíble Monte Fitz Roy o al mirador Laguna de los Tres. Los atractivos turísticos de este pequeño pueblo de montaña en Santa Cruz no se terminan ahí, sino que en sus alrededores esconde otros lugares igual de sorprendentes y encantadores, como el asombroso Lago del Desierto.
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Ubicado a tan sólo 37 kilómetros de El Chaltén, este espejo de agua deslumbra por el entorno natural que lo rodea, compuesto por extensos y frondosos bosques andinos de lengas y ñires, picos nevados, y los glaciares Huemul y Vespignani. Es una excelente opción para disfrutar de todas las bondades que el ecosistema de la cordillera santacruceña tiene para ofrecer, pero sin estar apretujado entre miles de turistas. Al ser una región menos conocida no hay tantos visitantes que puedan perturbar la paz de quienes se acerquen hasta allí.
Lago del Desierto, un espacio ideal para los deportes náuticos
Los amantes de la naturaleza y del senderismo encontrarán en el Lago del Desierto un espacio inmejorable para vivir una jornada de estrecha conexión con la naturaleza. Allí podrán practicar navegación con paseos en barco, realizar pesca deportiva de truchas y recorrer los senderos de dificultad baja a media que llevan hasta diferentes miradores y al famoso Glaciar Huemul. También encontrarán lugares habilitados para acampar y vivir una experiencia natural inmersiva.
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La zona que rodea al lago es totalmente agreste, por lo que no hay ningún local comercial ni estación de servicio. Por eso se recomienda viajar bien abastecido de combustible y con provisiones de sobra. Este recurso hídrico posee 10 kilómetros de longitud norte-sur y aproximadamente 1 kilómetro en dirección este-oeste. Es alimentado por las aguas que llegan a través del río Diablo y varios arroyos de deshielo. A partir de allí nace el Río de las Vueltas que desemboca en el lago Viedma.
La navegación, la actividad más requerida en este destino, consiste en paseos en barco que duran entre 40 minutos y una hora. Los catamaranes o lanchas realizan un recorrido que permite apreciar vistas panorámicas del glaciar Vespignani y del Monte Fitz Roy. A lo largo del viaje se pueden observar cascadas naturales, la costa del lago con su vegetación virgen y avistar especies de la fauna local, como cóndores y huemules. Algunas excursiones incluyen un desembarco en la costa para hacer un trekking corto hasta los miradores y glaciares de la región.
Cómo llegar y cuándo viajar
Al ser un destino muy austral, Lago del Desierto está condicionado por los factores climáticos, que en varios meses del año suelen ser muy hostiles. Por eso se recomienda visitarlo principalmente entre octubre y abril, cuando el tiempo es más estable. En los meses restantes el acceso es prácticamente imposible debido a la acumulación de nieve y al frío extremo.
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Llegar desde El Chaltén es relativamente fácil, ya que solamente se debe tomar la Ruta Provincial 23 en sentido norte bordeando el Río de las Vueltas. A lo largo del recorrido es posible observar bellos cursos de agua de deshielo que lo alimentan. A medida que uno se va acercando al lago se empieza a intensificar el espesor del bosque nativo.
La importancia histórica del Lago del Desierto
Además de su valor turístico, este imponente destino santacruceño tiene una marcada importancia histórica, ya que fue el escenario en el que se desató el conflicto internacional entre Chile y Argentina por la soberanía de una parte de la Patagonia. La disputa territorial comenzó en 1960 cuando un grupo de Carabineros chilenos ingresó en la zona sin autorización y fue interceptado por Gendarmería Nacional Argentina. Tras un enfrentamiento armado que culminó con un muerto y varios detenidos, las tensiones diplomáticas entre ambos países se intensificaron al máximo.
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En 1994 el litigio llegó a su fin luego de que un tribunal internacional fallara a favor de Argentina en su reclamo por la soberanía sobre el Lago del Desierto. Desde ese momento, esta región quedó marcada como el símbolo de la resolución pacífica de los conflictos territoriales con Chile.