El bullicio constante, el estrés y la velocidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sus alrededores hacen que sus habitantes busquen constantemente opciones para escaparse y desconectar la mente. Contrariamente a lo que muchos piensan, no hace falta irse a la Costa Atlántica o cruzar el país entero para admirar las montañas de la cordillera. A menos de 200 kilómetros de CABA se encuentra Salto, un hermoso pueblito con muchas actividades para realizar y con un entorno natural que incluye unas bellas cascadas.
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Fundada en 1866, los orígenes de esta pequeña localidad están ligados a la expansión del ferrocarril y al desarrollo de la actividad agropecuaria. De hecho, allí hay una fuerte presencia de productores agrícolas y ganaderos que cultivan soja, trigo y maíz, además de criar vacas. Según el censo de 2022, apenas tiene 30.000 habitantes, lo cual lo convierte en un lugar ideal para pasear sin preocuparse por el tráfico o la inseguridad.
Salto, un escape ideal a pocas horas de CABA
Con su característico clima templado pampeano, Salto está ubicado al norte de la provincia de Buenos Aires. Está atravesado por el río homónimo, uno de los principales atractivos turísticos de la zona. Sus verdes praderas invitan a pasar el día allí, relajado y entre amigos o familia, mientras que sus tranquilas calles hacen que andar en bicicleta sea una actividad imperdible. En las afueras es posible conocer los caminos rurales para reconectar con la naturaleza.
Sin embargo, el principal atractivo de la localidad está relacionado con el río Salto y son sus cascadas. El ruido del agua deslizándose y cayendo a través de ese accidente geográfico hace que sea fácil ubicarse para llegar desde el pueblo. Una vez ahí, se pueden realizar caminatas para conocer el paisaje y la fauna.
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También hay diversos recorridos históricos imperdibles, como la visita a las ruinas del antiguo molino quemado, construido en el siglo XIX por una familia de inmigrantes italianos. Su estructura quedó arruinada y al descubierto tras un incendio en 1875, pero se conservó como símbolo de los primeros esfuerzos agroindustriales en la región. Cerca de allí están el viejo puente de fierro y la figura de Pancho Sierra, un famoso curandero local al que la gente le deja ofrendas en las afueras del cementerio.
En el centro de Salto funciona el Museo Rincón de Historia, un espacio que ofrece una mirada al pasado de la ciudad y de la zona. En los alrededores hay diversas estancias que fueron adaptadas para el turismo rural, por lo que se encuentran abiertas para todos aquellos visitantes que quieran vivir una auténtica experiencia de campo.
Como si todo eso fuera poco, los turistas pueden disfrutar de un momento de tranquilidad en el balneario municipal, ubicado a orillas del río. La profundidad del agua es apta para bañistas en varias zonas, y el predio cuenta con parrillas, mesas, bancos y extensas arboledas que brindan sombra natural para refugiarse del sol y del calor.
Cómo llegar a Salto
La localidad se ubica a 190 kilómetros de CABA, destino desde el que arriban la mayoría de sus visitantes. El viaje en auto puede durar alrededor de dos horas y media, y se debe tomar el Acceso Oeste, luego la Ruta Nacional 7 y empalmar con la Ruta Provincial 47 a la altura de Luján para conducir hasta San Andrés de Giles. Una vez allí hay que girar hacia la Ruta Provincial 191, que lleva directamente hasta Salto.