La típica postal de Zaragoza presenta la Catedral o Seo del Salvador en su Epifanía a un lado del antiguo puente de piedra y la Basílica o Santo Templo Metropolitano de Nuestra Señora del Pilar, del otro. Esta es la historia de la disputa que se extendió por siglos y que convirtió a la capital aragonesa en la única ciudad con dos catedrales en todo el mundo.
La catedral original o Seo del Salvador en su Epifanía –a la que todos llaman La Seo-, se asentó hace siglos en lo que era la antigua mezquita de la Saraqusta musulmana y fue durante muchísimo tiempo la sede de importantes eventos del reino de Aragón. Por ejemplo, de la coronación de los reyes.
Por su parte, la Basílica de Nuestra Señora del Pilar fue levantada el 2 de enero del año 40 en honor de la Virgen María y, por ese motivo, se la considera el primer templo mariano de la historia. Comparte con la anterior la Plaza del Pilar, en la vereda opuesta.
Una rivalidad que empezó en la Edad Media
Para entender la rivalidad entre las dos catedrales hay que viajar en el tiempo hasta la Edad Media, cuando los españoles lograron reconquistar sus territorios de manos de los musulmanes. Para entonces ya existía la Basílica, por lo cual sorprendió la noticia de que se instalaría una nueva Catedral sobre lo que era la mezquita musulmana y la Basílica no sería “ascendida” de categoría.
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Por un lado, puede entenderse que los españoles decidieran borrar de la ciudad los recuerdos de los musulmanes, instalando la Catedral en lo que era su lugar de encuentros para rezar. Sin embargo, mientras tanto, la Basílica cada vez era más importante y lograba ofrecer servicios que solamente eran permitidos a las catedrales.
Para entonces, “La Seo” dependía del Obispado de Zaragoza, mientras que “El Pilar” dependía directamente de la Santa Sede, fuera de la órbita del obispado. Así comenzaron las disputas por la realización de eventos religiosos o de ceremonial, que terminaron dividiendo incluso a los pobladores de la ciudad.
La balanza se inclinó gracias a un milagro
Aunque “La Seo” tenía el privilegio de ser la catedral designada, los habitantes de la ciudad cada vez se volcaban más hacia “El Pilar” –como aún le dicen- porque en 1640 se habría producido allí un milagro. Parece que un pastor recuperó su pierna amputada y pudo volver a caminar gracias a la intercesión de la Virgen María.
Viendo el éxito de su adversaria, “La Seo” también divulgó un milagro atribuido a Pedro de Arbués, mártir de 1495, para reconquistar a sus feligreses.
Mientras tanto, la política también se dividía: el reino de Aragón estaba a favor de la antigua catedral, mientras que el gobierno del municipio prefería la basílica. Y todo explotó cuando los reclamos llegaron a la Santa Sede.
La solución del Papa Clemente X
El Papa Clemente X, harto de recibir reclamos y pedidos de las dos iglesias, decidió una solución salomónica en la llamada Bula de Unión, en 1676. Entonces decidió que El Salvador y El Pilar fueran una sola iglesia, mientras que en otra bula de 1731 se solucionó la disputa económica entre los templos, que tuvieron desde entonces que compartir sus rentas.
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Así, además, el Cabildo Metropolitano tiene una única sede, que una vez por año junta todos los archicos se muda de una iglesia a la otra. Desde entonces también Zaragoza se convirtió en la única ciudad del mundo que tiene dos catedrales, una frente a la otra, rivales para siempre.
