La República de San Marino tiene algunos atractivos turísticos, ciertas particularidades geográficas y una, histórica, que sobresale a todo: es el país más antiguo del mundo. Un dato que lo pone a la vanguardia del planeta (seguido nada menos que por el Estado del Vaticano y el Principado de Mónaco).
Este país que nació hace 1800 años tiene como risueña contracara al fútbol: su selección, en el ranking FIFA que lidera la Argentina de Lionel Messi, está en la última posición, en el puesto 210.
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Y esto resulta curioso considerando que está en medio de un país sumamente futbolero como Italia, nación con la que no tiene fronteras, hecho que le da a San Marino otra particularidad geográfica muy singular.
Su ubicación se encuentra rodeada por las regiones italianas de Emilia-Romaña y las Marcas, y está en las alturas, ya que este país en el que viven 30 mil personas se encuentra sobre la parte septentrional de los Montes Apeninos (puntualmente en la ladera del Monte Titano) a casi 800 metros sobre el nivel del mar.
Una altura excelente para divisar desde sus miradores la inmensidad del Mar Adriático, que está a solo 10 kilómetros de San Marino, aunque con un detalle no menor: para llegar hasta sus aguas, hay que abandonar el país, ya que su salida al mar es a través de la República de Italia.
El país más antiguo del mundo: San Marino o la República Serenísima de San Marino
Los 60 metros cuadrados de territorio lo convierten en una suerte de país loft al que no llega el tren (los nazis destruyeron las vías en la Segunda Guerra Mundial, pese a que San Marino era un país neutral, y éstas nunca se restituyeron) y solo es posible acceder en auto, aunque sus cuestas hacen que maniobrar pueda ser un poco complicado.
Fue denominada como “Serenísima” ni más ni menos que a modo descriptivo: su paz es total. Tanto desde lo social como desde lo político, donde tiene un estado parlamentario que a través del tiempo casi no tuvo temblores ni descompensaciones.
También tiene policía nacional (su récord fue en 2011, cuando apenas encarceló a una persona en todo el año) y ejército, aunque el número de ambos es menor a cualquier ciudad mediana o chica de Europa.
Al ser un microestado, no es parte formal de la Eurozona. Sin embargo, su moneda oficial es el euro y su economía se mueve con el turismo que visita el lugar, también su red bancaria, la venta de artículos electrónicos y productos de campo, como el vino y los quesos. El idioma, naturalmente, es el italiano.
Qué encontrar en el país que no tiene fronteras
Al haber sido construido en las montañas como una fortaleza, las tres torres de vigilancia rodeadas de murallas son los lugares más visitados por los turistas que llegan a San Marino en busca de conocer edificaciones antiguas, hermosas vistas aéreas y ganas de practicar trekking para llegar hasta ellas.
Las torres se llaman Guaita, Cesta y Montale, también conocidas coloquialmente por los sanmarinenses como Primera, Segunda y Tercera. De las tres, posiblemente la más bonita sea Cesta, porque su mirador es el punto más alto de la zona. Además, para ingresar, hay que hacerlo a través de una de las puertas de muralla llamada Paso delle Streghe (Paso de las Brujas), considerada la más linda de San Marino.
También cuenta con varios museos históricos, uno que está dedicado al violín y otros relacionados con los sellos de correos y la emigración, algo que se potenció porque hace cientos de años los habitantes del este pequeño Estado migraron rumbo a Italia y otros países de la región porque San Marino no les ofrecía demasiadas oportunidades.
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Como curiosidad se da que, al no tener fronteras, todos los extranjeros pueden entrar y salir de San Marino sin la necesidad de mostrar pasaporte o alguna documentación. Sin embargo, para los turistas que quieran tener un recuerdo, pagando cinco euros pueden lograr que les sellen el pasaporte.