Situada en Hong Kong, la lujosa torre de departamentos The Corniche prometía ser un negocio millonario para aquellos que dispusieron su construcción, pero el proyecto cayó en desgracia y todo parece indicar que la gran mayoría de sus viviendas no serán adquiridas: ocurre que su ubicación geográfica, que debía ser privilegiada, acabó siendo un lastre para los vendedores.
Los promotores compraron el terreno para emplazar el rascacielos con un precio récord, ya que sus vistas daban al mar de China Meridional. Por lo pronto, se pagó 16.900 millones de dólares y buscaban embolsar otros 30.000 millones, amortizando el gasto e incluso consiguiendo una ganancia de un monto similar.
En la actualidad, 289 de 292 unidades siguen intactas, mientras que las primeras tres fueron vendidas a un precio de entre 164 y 185 millones de dólares. Para poner en contraste, se trata de una cifra 89% más alta que en Bel Air, la residencia de referencia para los ricos en el terreno autónomo. Los empresarios dueños de Logan y KWG, también propietarios del 50% del edificio, podrían perderlo todo.
Hong Kong: cuál podría ser el destino del lujoso rascacielos caído en desgracia
Los departamentos tienen entre 125 y 900 kilómetros cuadrados, pero la zona acabó transformándose en un barrio de clase media con poco glamour: de hecho, el centro comercial más cercano es un predio industrial que tiene en sus vidrieras ropa y muebles con descuento. En su momento, los bancos más acaudalados del país proporcionaron financiamiento por 10.200 millones de dólares.
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Los préstamos todavía están siendo reestructurados y los acreedores podrían exigir todo el dinero en un plazo cercano. Así, la iniciativa que tenía como objetivo albergar a los más adinerados de la región administrativa va camino a ser una instalación de tratamiento de aguas residuales o, en su defecto, una autoescuela.
Por qué solo se vendieron tres departamentos en The Corniche
Por supuesto, las protestas que se desataron en Hong Kong tampoco colaboraron para que el proyecto inmobiliario tuviera el éxito esperado. “El mercado inmobiliario se congeló debido a la salida de la población provocada por las manifestaciones, el endurecimiento político y las restricciones de viaje. Además, los reguladores chinos tomaron medidas contra el endeudamiento excesivo”, explicó Bloomberg.
Entre las alternativas que se barajan, The Corniche podría ser confiscado. “Los bancos obtendrían los primeros activos, pero otros tenedores de bonos también intentarían salvar dinero de ellos. Es más fácil apoderarse de los bienes y servicios de los promotores aquí que en China Meridional”, añadió el director gerente de la firma de asesoría Alvarez & Marsal Ronald Thompson.
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Alrededor del complejo, la calma se apodera del ambiente: los residentes advierten que solo se escuchan pasar camiones de carga de vez en cuando, así como también a los estudiantes que asisten a las escuelas a bordo de un auto. De todas formas, los compradores escasean y todo parece indicar que seguirá siendo así en el futuro.
La renegociación del préstamo que evitó la confiscación del edificio
El gigante fantasmal, que hasta cuenta con una piscina imponente y sectores con verde para poder reposar en la planta baja. La caída del mercado inmobiliario en la ex colonia británica llegó a un punto máximo en los últimos cinco años, con cerca de 270.000 millones de dólares perdidos, pero los constructores pudieron evitar un impago antes de agosto, cuando vencía el plazo pautado con las entidades financieras.
