En el corazón de la provincia de Salta, rodeado por un imponente paisaje montañoso, se encuentra un pueblo que lleva el nombre de un país europeo: Alemania. Este rincón del norte argentino, que alguna vez fue un próspero asentamiento, hoy es un lugar casi desierto, habitado por menos de 10 familias. Con una historia marcada por un fallido proyecto ferroviario, Alemania se ha convertido en un destino intrigante para quienes buscan explorar lugares fuera de los circuitos turísticos tradicionales.
El origen del nombre de este pequeño poblado se remonta a sus fundadores, quienes decidieron bautizarlo con este nombre por una pequeña estancia llamada “Alemania” que formaba parte de la zona en el año 1635. Esta decisión, tomada 265 años después, en la década de 1900, fue apoyada por los trabajadores ferroviarios que eran de nacionalidad alemana.
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Sin embargo, el destino del pueblo no fue tan próspero como el de su homónimo europeo, y con el tiempo, las circunstancias hicieron que Alemania se convirtiera en un lugar casi olvidado. El ambicioso proyecto ferroviario buscaba extender el Ramal C13 del ferrocarril para unir la ciudad de Salta con el paso de San Francisco, en la frontera entre Chile y Argentina.
Con este proyecto, el pueblo llegó a ser el hogar de aproximadamente 200 personas, que rápidamente se fueron marchando cuando el mismo quedó frustrado. Aunque la estación de Alemania se inauguró en 1916, la construcción nunca fue terminada por culpa del inicio de la Primera Guerra Mundial, que paralizó todos los trabajos, nunca fueron retomados, y las familias se alejaron.
¿Qué hacer en Alemania, el pueblo salteño?
Este pequeño enclave salteño es conocido por su belleza natural y por ofrecer un entorno perfecto para desconectarse del ajetreo urbano. Los paisajes montañosos que lo rodean y la flora autóctona son un imán para los amantes de la naturaleza y la fotografía. Las pocas familias que habitan el lugar han preservado las tradiciones y la calma que caracteriza a este rincón del país. Para quienes buscan aventura, Alemania es un excelente punto de partida para caminatas y excursiones que permiten explorar el entorno natural de la región.
Alemania se encuentra a unos 1,500 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Para llegar, se puede volar hasta la ciudad de Salta y luego tomar un vehículo hasta el pueblo, que está ubicado a unos 100 kilómetros al sur de la capital provincial. El trayecto en auto ofrece la oportunidad de disfrutar de paisajes espectaculares, convirtiendo el viaje en una experiencia en sí misma. Aunque el acceso no es complicado, es recomendable planificar bien el recorrido y llevar provisiones, ya que las opciones de servicios en la zona son limitadas.
Antes de emprender el viaje, es importante tener en cuenta que Alemania es un pueblo que carece de muchos servicios básicos. No hay hoteles ni restaurantes, por lo que es aconsejable llevar todo lo necesario para una estadía corta. Este destino es ideal para quienes disfrutan de la soledad y el contacto directo con la naturaleza, lejos de la multitud. Además, la visita ofrece la posibilidad de conocer un lugar que, a pesar de su decadencia, mantiene un encanto particular.
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A pesar de su desolación, Alemania no es solo un pueblo fantasma; es también un recordatorio de los cambios que pueden transformar a una comunidad. Lo que alguna vez fue un centro de actividad y progreso, hoy es un lugar que invita a la reflexión sobre la capacidad de la naturaleza para reclamar lo que una vez fue suyo. Visitar Alemania es una oportunidad para conectar con la historia, la naturaleza y, quizás, con uno mismo en un entorno donde el tiempo parece haberse detenido.
Este rincón de Salta es, sin duda, un testimonio vivo de la historia argentina y un destino que, aunque desconocido para muchos, merece ser explorado por aquellos que buscan experiencias auténticas y diferentes.