La provincia de Buenos Aires ofrece incontables sitios turísticos atractivos de cara a las vacaciones de verano: la fuerte suba de la inflación llevó a que los turistas repensaran los tiempos de estadía en los destinos elegidos y, por eso, muchos de los viajeros optarán por realizar breves escapadas a lugares específicos. La localidad de Ramallo, una joya que queda a tan solo dos horas y media de la Ciudad de Buenos Aires, asoma como una alternativa interesante.
La municipalidad cuenta con una gran oferta para los visitantes: más allá de los tres kilómetros de playa sobre el Río Paraná, se pueden llevar a cabo paseos en velero, recorridos en lancha, salidas en kayaks o en piraguas y hasta motos de agua. Para arribar desde CABA, hay que tomar la Autopista Panamericana y seguir por el Ramal Escobar-Rosario hasta la salida de la Ruta Provincial 51, que emprende camino hacia la ciudad del partido homónimo.
Escapadas: Ramallo, un lugar ideal para disfrutar de la arena y el río
La costa está situada a la vera del río Paraná y, además, posee una infraestructura preparada para la llegada masiva de visitantes: hay servicios de camping, parrillas, bares y restaurantes en la orilla.
Entre las principales opciones para reposar en la arena y darse un chapuzón, aparecen los balnearios Municipal y Costa Pobre; la cascada del Club Independiente; las islas Lechiguanas y el arroyo Las Hermanas.
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Otro de los sitios preferidos por los turistas es el Paseo Costanero, desarrollado sobre la avenida San Lorenzo: consta de una zona de pequeñas barrancas con vistas panorámicas imponentes tanto del cauce fluvial como de la isla en sí. El Club Ramallo y el galpón del mítico corredor de Turismo Carretera, Juan María “Flaco” Traverso, también surgen como interesantes propuestas.
Un lugar de alto interés por su valor histórico es la Plaza José María Bustos, que abarca cuatro manzanas repletas de vegetación. Allí se puede ver una réplica de la Pirámide de Mayo y un viejo cañón que fue utilizado durante las batallas libradas en la región. Gracias a la extensa variedad de atractivos, la localidad amplió su capacidad a 1.200 plazas de alojamiento en hoteles.
Escapadas: el imponente edificio que visitaron los mejores escritores del país
De todas formas, los turistas se agolpan a mansalva en el Castillo de Obligado, con características arquitectónicas que lo vuelven una reliquia del partido bonaerense. El edificio fue levantado en 1896 y se puede acceder mediante un camino rural. Su construcción fue encargada por el reconocido poeta Rafael Obligado -que supo escribir con temática gauchesca- en honor a su mujer Isabel Gómez Lagenheim.
En principio, el literato había exigido que la estructura pareciese “salida de una novela” debido a que su esposa era fanática de los cuentos románticos. El castillo tiene tres pisos, ventanales con estilo gótico, 24 habitaciones, seis baños y materiales de vanguardia que fueron traídos por el escritor directo desde el Viejo Continente.
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El lugar no puede visitarse sin permiso expreso y también requiere de las recomendaciones de un guía, que acompaña a los interesados a través de las inmensas habitaciones. Como se trata de una propiedad antigua, también se rumoreó que los fantasmas rondan los pasillos -el más reconocido se llama “Toto”- y cuenta la leyenda que incluso abren las puertas en horarios nocturnos, cuando no hay gente alrededor.
Autores de la talla de Jorge Luis Borges, Fermín Estrella Gutiérrez y Leopoldo Lugones tuvieron la oportunidad de pisar el castillo, que también permite vislumbrar el panorama de Ramallo desde arriba.
La historia, el descanso apacible y las propuestas gastronómicas confluyen en una ciudad que les abre las puertas de par en par a los turistas.