A Gualeguaychú le sobran motivos para ser uno de los mejores destinos de las escapadas de quienes viven en el infierno del verano de Buenos Aires. La ciudad entrerriana está a apenas 240 kilómetros de distancia (unas tres horas de viaje) y se viste de Carnaval entre playas, fauna y río para recibir a visitantes ávidos de recargar las pilas en pocos días.
El famoso “Carnaval del país” ya es una marca registrada de la ciudad. En enero se desarrolla del 6 al 10 y luego continúa todos los sábados del verano, con su epicentro en el feriado largo de febrero. Es el espectáculo más grande de la Argentina en su temática y atrae a turistas locales y extranjeros.
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Las comparsas tradicionales de Gualeguaychú son Marí Marí, O’Bahía, Kamarr, Papelitos y Ara Yeví. Compiten en cada desentierro del Rey Momo ante miles de personas que disfrutan del baile, la belleza, el color y de la fiesta que se despliega a cielo abierto.
En la pista pueden verse carrozas temáticas y batucadas que invitan al público a bailar y cantar. Los integrantes de cada agrupación lucen trajes espectaculares que preparan durante todo el año para conquistar a los espectadores y obtener su voto como la mejor comparsa de la temporada.
Pero Gualeguaychú no es sólo Carnaval, sino que cuenta con río, hermosas playas y una fauna autóctona sumamente interesante para los ojos de quienes llegan desde la jungla de cemento. El contacto con la naturaleza es total y permite lograr la ansiada “desconexión”.
Si hablamos de playa, Gualeguaychú ofrece, sobre la costa del Río Uruguay, un balneario rodeado de vegetación que es una verdadera joya escondida de la provincia: Ñandubaysal. Ideal para que la familia se instale a pasar el día con sombrillas, carpas y se disfrute de la infraestructura muy completa del lugar. En sus aguas, además, se practica todo tipo de deportes náuticos.
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Ahí cerquita también es posible incursionar en el interior de un monte natural, donde se hacen paseos a pie, a caballo o incluso en vehículos. La variada fauna del lugar abarca carpinchos, ñandúes, vizcachas y hasta ciervos. Una gran atracción son las más de 250 especies de aves que llaman la atención de los visitantes por su colorido.
Otra propuesta es descubrir la ciudad desde otra perspectiva: paseando en catamarán o velero para observar a Gualeguaychú desde el río. Se trata de una oportunidad ideal para sacar fotos de los increíbles paisajes y de la fauna de la zona.
¿Más atracciones? Los complejos termales, que constituyen un imán especialmente para los turistas mayores. Son una opción para todos los que buscan relajación total, alejarse al máximo del estrés y disfrutar de sus aguas terapéuticas a 33 grados.
Los amantes de la naturaleza no pueden perderse además la oportunidad de visitar los predios rurales de la zona, que están apenas alejados de la urbanización y muestran un contraste notorio con el día a día de la gran ciudad. Silencio, vegetación, el trinar de los pájaros y las hojas de los árboles moviéndose por el viento son el encantador ambiente de esos parajes seductores a pocos minutos del centro.
¿Cómo llegar desde CABA?
Para viajar a Gualeguaychú desde la Ciudad de Buenos Aires hay que tomar la Autopista Panamericana, seguir por la Ruta Nacional 9, luego las Rutas 12 y 14. Se debe salir a la altura de la Ruta Provincial 6, que en un breve trayecto desemboca en el destino elegido para la escapada de fin de semana. La duración aproximada del viaje es de tres horas.
Debe tenerse en cuenta que en los feriados de Carnaval, cuando se produce el pico de turismo en la zona, las rutas pueden tener más tránsito del habitual y el viaje lleva más tiempo.