El verano es sinónimo de vacaciones, playa y relax, pero también puede convertirse en una amenaza para los dispositivos electrónicos, especialmente para la notebook: la arena, la sal y la humedad son enemigos de las computadoras y los celulares.
Sin embargo, existe otro factor silencioso que no solo hace daño, sino que puede llegar a afectar el rendimiento de los equipos, arruinarlos e inutilizarlos. Es el calor y la exposición directa al sol.
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Las altas temperaturas pueden ser más peligrosas de lo que imaginás. Un procesador sobrecalentado, una batería dañada o un circuito interno fundido pueden ser consecuencias directas de usar una computadora al sol y en medio de la ola de calor.
Proteger tus dispositivos electrónicos durante el verano no requiere grandes inversiones, solo sentido común y algunos cuidados básicos. Y es importante conocer los enemigos mortales de la compu en el verano, y cómo evitarlos, para disfrutar de tus vacaciones sin preocuparte por posibles daños.
Cuatro enemigos de tu computadora y cómo cuidarla en el verano
1. El calor: un enemigo silencioso para el equipo
Las computadoras no resisten demasiado las altas temperaturas: con más 35 grados no es una buena idea usarlas, especialmente para tareas que requieran mucho poder de procesamiento, como reproducción de videos por varias horas.
Los dispositivos electrónicos, como las laptops, están diseñados para funcionar de manera óptima dentro de un rango de temperatura específico, generalmente entre 10° y 35°.
Por ese motivo es recomendable evitar la exposición directa al sol. Además, no dejes la notebook bajo el sol, ya sea en la playa, en una mesa al aire libre o en el auto. Las temperaturas extremas pueden dañar la pantalla y los circuitos internos.
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También es necesario mantener los puertos y rejillas de ventilación libres de polvo para facilitar la circulación de aire y prevenir el sobrecalentamiento.
Si el equipo empieza a funcionar más lento, se apaga de manera espontánea y sentís que la carcaza está caliente, dejá de usarla inmediatamente y llevala a un lugar templado y a la sombra. Así evitarás que se arruine para siempre.
2. Arena, la supervillana del verano
Si vas a estar en la costa, la arena es uno de los mayores riesgos para las notebooks en verano. Sus diminutas partículas pueden colarse fácilmente en el teclado, los puertos USB o incluso el sistema de ventilación, lo que puede causar daños mecánicos y sobrecalentamiento.
Para protegerla, usá fundas y protectores: siempre transportá la notebook en una funda resistente y cerrada, preferiblemente con cierre hermético. Esto evitará que la arena se infiltre cuando estés cerca de la playa.
Y no es mala idea directamente evitar usarla en la playa: si necesitas trabajar o entretenerte al aire libre, colocá la compu sobre una superficie rígida y plana, como una mesa o bandeja, en lugar de apoyarla en la arena. Y para limpiarla, usá aire comprimido para eliminar cualquier rastro de arena que pueda haber ingresado en el teclado o los ventiladores.
3. Lo que mata es la humedad, y la sal
En zonas costeras, la salinidad y la humedad del ambiente pueden corroer los circuitos internos de la notebook y reducir su vida útil. Por ese motivo, es crucial guardar la notebook en un lugar seco y ventilado. Evitá dejarla en espacios húmedos, como habitaciones sin ventilación o directamente expuesta al aire marino.
Es recomendable usar bolsas de gel de sílice en la funda de tu compu para absorber la humedad. Este pequeño detalle puede hacer una gran diferencia para evitar la corrosión de los componentes internos.
Y siempre apagá el equipo si no lo usás: la exposición prolongada al ambiente húmedo, incluso en modo de suspensión, puede aumentar el riesgo de daño.
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4. Abandono
Además de tomar medidas preventivas, realizar un mantenimiento periódico es esencial para evitar problemas a largo plazo. Llevá tu notebook a un servicio técnico de confianza para una limpieza interna al menos una vez al año.
Además, es imprescindible mantener actualizados el sistema operativo y las apps sensibles que usan datos e información personal y bancaria.
También revisá los puertos y conexiones: la exposición a la arena y la sal puede causar oxidación en los puertos USB, HDMI o de carga. Un chequeo periódico puede evitar problemas de conectividad.
“La prevención es clave para evitar problemas futuros. Cuidar tu notebook en ambientes hostiles, como la playa o zonas de alta humedad, no solo protege tu equipo, sino que también asegura un rendimiento óptimo en el día a día”, afirmaron a TN Tecno desde Banghó.
