En su documento: porteño y por arriba de los cuarentas. En su currículum: publicista y profesional gastronómico. Hay otra actividad central en la vida de Maximiliano Kupferman, esas que solo en ocasiones aparecen en los CVs: es papá de Olivia, ahora de 9 años y presente en muchos de los videos que publica en Instagram, donde es conocido como Papá Cocina o, simplemente, como Papaco. Su fama en las redes se explica, en buena medida, por la armoniosa combinación de recetas y vida en familia.
Esa aventura en la escena digital arrancó en el 2017. En diálogo con TN Tecno, Maximiliano recuerda que por entonces Instagram dejaba de ser una red social de “fotos perfectas”. Si tuviese que elegir un “momento eureka”, el momento en el que se enciende la lamparita, el influencer —bien le cabe, con sus más de 115.000 seguidores— elige el siguiente. “Empezaban a aparecer contadísimas cuentas de paternidad y las de recetas eran todas de profesionales o de mujeres. Además, me había mudado y tenía una cocina relinda e instagrammeable”, dice.

Entonces empezó a andar por el camino de los héroes comunes. La cuenta @papacocina confirma aquello de que en la vida no todo es color de rosas, imperfecciones que muchas veces Instagram esconde. Sus preparaciones se ven ricas y el ritmo de los clips es atractivo; pero Maxi también muestra las desventuras de un padre y una madre que intentan que su hija pequeña se alimente saludablemente, e incluso algunas complicaciones mundanas, como la dificultad de cocinar en paz cuando el coche de la familia revienta y el mecánico espera en el talle con una factura de varias cifras.
Ingredientes de la receta: cosas ricas, paternidad y empatía
Papaco comenta que el contenido más vinculado a la su familia surgió de forma natural. “Al principio eran solo recetas, pero la paternidad me pasó por arriba. Olivia tenía 2 años cuando empecé con la cuenta y a esa edad, en general, niños y niñas entran en una crisis donde dejan de comer lo que venían comiendo. En casa no fue la excepción”, hace memoria.
Leé también: “Las tareas del hogar no tienen género, pero en la realidad pasa otra cosa”, dice el amo de casa que es viral
- Entonces las publicaciones empezaron a ser una especie de catarsis compartida...
- Claro. Olivia deja de comer y yo estaba empezando a hacer crecer la cuenta. Así que empecé a compartir ahí mi frustración y un poco del día a día de lo que es cocinarle a una peque y que no quiere comer. Eso me parece que fue otro quiebre en la cuenta: me di cuenta de que cuando contaba las “desgracias” de la paternidad, la gente empatizaba muchísimo con ello.
Todos estaban un poco cansados de las familias y los hijos perfectos, y encontraban en mi cuenta un refugio donde ver que lo que les pasa en casa es lo más normal del mundo. Y a mí me servía también, porque me superfrustraba y encontraba contención del otro lado.
- ¿Por qué Instagram y no otras redes?
- Empecé en esa red social y sigo allí hasta hoy. Probé otras plataformas, pero no me sentí tan cómodo haciendo contenido. Instagram me parece la mejor para interactuar con los seguidores, algo que me gusta muchísimo.
Además, por un tema generacional es donde me siento más cómodo. Hoy todo el mundo tiene Instagram, ya le dejaron de dar bola a Facebook. X es una red que consumo, pero no creo contenido ahí porque me parece superhostil. Y TikTok tiene una velocidad y un tipo de consumo que no me gusta para el tipo de contenido que hago. YouTube o streaming requieren de temas técnicos muy avanzados para mí, que laburo solo.
- ¿Recordás cuál fue tu primera publicación?
- Me acuerdo perfecto: polenta con boloñesa. La peor receta del mundo para una cuenta de cocina porque no se recomienda carne picada a menores de 8 años por riesgo de Síndrome Urémico Hemolítico. De todas formas, creo que el primer hit fue a los tres o cuatro meses, la torta 1234.
- ¿Aplicás de algún modo aquello que estudiaste, la publicidad, en esta actividad?
- Lo aplico en todo. Me encanta explicar, siento que soy muy bueno haciéndolo. Y la clave de la cocina es que la gente entienda lo que hace, o el porqué de las cosas. Siento que haber laburado tanto en publicidad como en redes hace que pueda comunicar de forma clara las recetas y eso le dé confianza a la gente para replicarlas en casa.

- Contanos sobre alguna de tus publicaciones que haya conseguido alguna repercusión especial, que tal vez te haya sorprendido.
- Recuerdo que se viralizó un video donde explicaba cómo cortar queso mantecoso y cómo freezarlo. Casi 500.000 reproducciones: nunca entendí qué pasó ahí, era yo cortando queso (risas). Después tengo un par de videos con 1 millón de reproducciones, pero ya eran recetas hechas y derechas.
Leé también: Lea Igounet, el comediante que trabajaba en una fiscalía y ahora triunfa en las redes mientras corre
Papaco subraya que en su cuenta solamente recomienda productos que consume o consumiría. “No trabajo con ultraprocesados, comidas rápidas, o productos y marcas que considero deshonestos o engañosos”, resalta. Este evidente cariño —se dice que cocinar para otros es una forma de expresar amor— lo ha llevado a uno de sus más recientes proyectos, su propia escuela de cocina. “Esto recién empieza y apunto a que crezca cada vez más”, cierra.