Juan Bautista Roig es un joven emprendedor apasionado por el mundo del marketing digital. Nació en La Plata y su fuente de inspiración fue el abuelo, un empresario al que admira profundamente. Él está convencido de que el éxito no es un destino, sino una mentalidad. Esa teoría la aplica día a día como trabajador, con objetivos claros, disciplina y constancia. La aventura comenzó mientras cursaba el primer año de la secundaria: compraba y vendía la ropa que traía de los viajes familiares y un día dio un salto totalmente inesperado.
“Tuve una infancia muy sana y con amor. Soy muy agradecido de la familia que me tocó. La verdad es que siempre me imaginé viviendo de algo que tenga que ver con el deporte, pero un día conocí el mundo empresarial y me visualicé como emprendedor y ganándome la vida con los negocios online”, expresó sobre su transformación.
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La responsabilidad y perseverancia lo llevaron a tener su primera oficina con tan solo 16 años. “Soy una persona constante que toma riesgos. Confío mucho en mí y en mi capacidad, no le temo al qué dirán. Este trabajo es mi motor, mi vida. Hace años que ya no tengo malos hábitos, que no salgo de noche, que no hago cosas cotidianas, para poder estar al ciento por ciento predispuesto para mi comercio. Eso creo que me diferencia de otras personas que se dedican a lo mismo”, agregó.

Vivir de las redes, un imposible que se transformó en real
Juan Bautista Roig explicó que lo que más le atrae de trabajar con las redes sociales es que no tienen techo. También compartió varios tips exitosos para que nada falle: “Está en uno hasta donde escalas tanto tus conocimientos como persona y emprendedor. La marca es algo que me parece sumamente importante. No es lo mismo vender por nombre y apellido, que por un negocio de por medio. Tu negocio, tu marca, es tu identidad, es tu bebé. Cuanto más inviertas, lo alimentes, y lo trabajes, más va a valer, crecer, y lograr. Las ventas son una consecuencia del negocio que estás construyendo”.
Con sacrificio le dio vida a Cancún JBR, donde se dedica a potenciar marcas en redes y ayudarlas a escalar en el mercado digital. “La pude formalizar cuando cumplí la mayoría de edad y pude empezar a moverme solo. El nombre surgió de un gran viaje que hice con mi primo. Nos enamoramos de Cancún, la playa, la cultura y su historia. La radiqué en Estados Unidos y actualmente voy y vengo. Tiene un alto costo de vida instalarse allá”, deslizó.
Por último, el joven aclaró que el éxito es la consecuencia del trabajo que uno pone, y hasta dónde se está dispuesto a llegar y bajo qué sacrificio. “Nadie te va a venir a salvar ni sacar de la situación en la que estás. Cada uno es dueño de su propio destino. Hay que abrir la cabeza, pensar y salir de la situación incómoda. Se debe tomar coraje e ir por todo porque la vida es una sola y no hay tiempo para arrepentimientos. Se gana o se aprende, nunca se pierde. Hay que tener una rutina, sostenerse a largo plazo, aguantar y ser constante. Para mí emprender es tolerar y superar, eso lo aprendí de mi abuelo”, concluyó contundente.