Una maestra particular recibió un incómodo mensaje de un desconocido para que le resuelva un examen y estalló de la furia. La docente, indignada, compartió lo ocurrido en redes sociales, para demostrar las situaciones incomodas y de falta de respeto que tienen que atravesar los educadores en la actualidad.
La profesora suele compartir contenido en sus redes sociales referido al incumplimiento de horarios, a los mensajes en horas de descanso y a los destratos de las familias o de los estudiantes que asisten para recibir ayuda en la preparación de un examen. Pero esta vez, la situación fue mucho más extrema. “Para que vean que no miento”, dijo “Gizeh” antes de mostrar la foto del chat.
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“Disculpe la hora, mañana rindo matemáticas a las 10.50. El tema es estudio completo de funciones. Quería saber si me puede ayudar y cuánto sería. Son dos puntos seguramente”, se leía en el mensaje que recibió a las 12 de la noche. “No se presenta. No sé quién es ni quién le dio mi número. Mucho menos sé quién le dijo o porque asumió que yo podría o iba ayudarlo en un examen porque yo no ayudo en exámenes”, escribió junto a la imagen, completamente enojada.
La docente explicó que es una situación recurrente y que hay casos en lo que la exigencia es peor. “Al menos ofreció pagar, otros pretenden que lo haga porque soy buena onda nomás”, dijo en un comentario. Además, expuso otras conversaciones en la que los alumnos le hacían la pregunta en plena prueba: “En su defensa, preguntó con tiempo”, dijo sobre el chico que le escribió a la medianoche.
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En otro caso, un estudiante escribió: “Profe, buenas tardes. Me podría ayudar por favor, estoy en el recuperatorio del primer parcial. El segundo ya lo hice pero el primero no me sale”, 40 minutos después y al advertir que la docente no le respondía el mensaje, le ofreció dinero: “Le pago, profe”, escribió junto emojis pidiendo por favor.
Otro chat exponía una situación diferente, en la que sus alumnas le pedían que las ayude en secreto: “Hola Gize, estamos en prueba, ¿nos podrías ayudar y después te pagamos? No le digas a nuestras mamás, después te pagamos en efectivo”, se leía en el chat. Unos minutos después volvieron a insistir y sin obtener respuesta de la docente, le enviaron un archivo, que sería la foto del examen.
El episodio causó repercusiones en redes sociales y los usuarios se indignaron con la historia: “Es horrible, pero es re común”, “Dios mío, ¿eso quiere decir que hay profesores que sí se prestan a ayudar?”, “Estuviste correctísima”, “no entiendo cómo pueden permitirles tener los celulares en el examen”, fueron algunos de los comentarios que recibió la publicación.
