Ken Fisher, un renombrado inversor de Estados Unidos con una fortuna estimada en más de 11.000 millones de dólares, ha sorprendido al mundo no solo por sus éxitos en el ámbito financiero, sino también por su peculiar estilo de vida. A pesar de contar con los recursos para rodearse de lujos, Fisher elige conducir un Volvo de hace 25 años, reflejando una filosofía de austeridad que define tanto su vida personal como profesional.
Este enfoque también se ve reflejado en su decisión de no dejar que sus hijos hereden la fortuna que posee, una postura que ha generado un amplio debate. Fisher, de 74 años, es el fundador de Fisher Investments, una firma de asesoramiento financiero reconocida a nivel global. Desde joven, estuvo influenciado por su padre, Philip Fisher, una figura destacada en Wall Street, quien le inculcó valores de autosuficiencia y modestia.
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Estas enseñanzas han sido claves en su vida, moldeando sus decisiones y guiando su rechazo hacia los excesos. Según sus palabras, “una fortuna heredada puede destruir la vida de las personas”, un argumento que utiliza para justificar su postura sobre la herencia.
A lo largo de su carrera, Fisher ha mantenido una perspectiva pragmática sobre la riqueza. Considera que dejar grandes cantidades de dinero a los descendientes puede ser perjudicial, ya que fomenta la pereza, la dependencia y en algunos casos, el abuso de sustancias. “No quiero que mis hijos pasen hambre, pero tampoco quiero arruinar sus vidas con demasiado dinero”, afirmó en una de sus declaraciones. Esta visión refleja su creencia en que cada persona debe encontrar su propósito a través del trabajo y la superación personal.
El inicio de su carrera no fue sencillo. Con solo 250 dólares, Fisher fundó su empresa en 1979, desafiando las normas de la época y apostando por estrategias de inversión que más tarde lo convertirían en una autoridad en el sector. A pesar de su éxito, ha evitado los símbolos de estatus que suelen acompañar a las grandes fortunas. Prefiere un estilo de vida sencillo, que considera más alineado con sus valores. “La austeridad me mantiene enfocado. No necesito lujos para sentirme realizado”, expresó en una entrevista reciente.
La explicación de Ken Fisher sobre su decisión y la postura de sus hijos por la herencia
El empresario también se destaca por sus contribuciones en el ámbito académico y literario. Ha escrito para diversas publicaciones, incluyendo Forbes, donde compartió sus conocimientos financieros durante más de 30 años. Sus columnas, leídas por millones, lo consolidaron como una voz influyente en el mundo de las inversiones, ofreciendo consejos prácticos y desmitificando conceptos complejos para el público general.
Sobre su filosofía de vida, Fisher sostiene que el trabajo tiene un valor terapéutico. En sus palabras, “el trabajo te da propósito, te mantiene activo y mentalmente equilibrado”. Esta idea, profundamente arraigada en su pensamiento, refleja su convicción de que la actividad laboral es clave para una existencia plena y significativa.
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Aunque su decisión de limitar la herencia ha sido controvertida, Fisher asegura que sus hijos comprenden y aceptan su postura. Para él, la mayor herencia que puede dejarles son las herramientas para valerse por sí mismos y forjar su camino sin depender de su fortuna. En sus propias palabras, “les doy algo más valioso que dinero: les doy la libertad de ser independientes”.
Ken Fisher demuestra que la verdadera riqueza no está en los bienes materiales, sino en los valores y principios que se transmiten a las siguientes generaciones. Su enfoque único sobre la vida, el trabajo y la familia continúa inspirando a muchos, desafiando las ideas tradicionales sobre qué significa realmente el éxito.