La vida de Jesús Salazar Nishi es un testimonio de resiliencia y superación en el ámbito empresarial. A pesar de enfrentarse a un fracaso con su primer negocio y encontrarse sin un dólar en el bolsillo, logró salir adelante gracias a su determinación y una visión clara. Hoy, lidera Koplast, una empresa destacada en el sector de la construcción en Perú.
Un nuevo comienzo tras el fracaso
Tras renunciar a su cómodo puesto como gerente, Salazar Nishi decidió fundar su propia empresa, impulsado por el deseo de independencia. Sin embargo, este sueño se topó rápidamente con la dura realidad del mercado. No logró sostenerse financieramente y terminó en quiebra, un golpe que puso en riesgo todo lo que había construido.
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En este periodo crítico, su capacidad para enfrentar adversidades fue crucial. Para cubrir los gastos familiares, comenzó a ofrecer servicios de taxi, una etapa que le permitió reflexionar sobre su trayectoria y aprender de los errores cometidos. Su determinación por no rendirse y su disposición a adaptarse sentaron las bases para lo que se convertiría en Koplast, demostrando que los fracasos pueden ser un preludio del éxito.
El apoyo familiar como pilar fundamental
En los momentos más difíciles, Jesús encontró un apoyo inquebrantable en su familia, especialmente en su esposa, quien lo motivó a levantarse cada día y seguir adelante. “Me decía: tú tienes que trabajar”, recuerda Salazar Nishi. Este respaldo emocional fue fundamental para que pudiera reenfocar sus energías en la reconstrucción de su carrera, guiándolo hacia la creación de una empresa con un plan más sólido y una visión clara.
La consolidación de Koplast en el sector industrial
Koplast, fundada en 2002, no llegó a ser líder por casualidad. Jesús y su equipo implementaron estrategias enfocadas en la calidad y la innovación tecnológica. Desde el inicio, la empresa invirtió en maquinaria avanzada y en la capacitación continua del personal, guiados por la filosofía de ser los mejores en lugar de los más grandes.
Uno de los hitos que marcó su ascenso fue la obtención de la certificación ISO 9001, que mejoró su credibilidad y abrió puertas a nuevas oportunidades comerciales, tanto a nivel nacional como internacional. “Obtener la ISO fue una declaración de nuestras capacidades”, afirma Salazar Nishi, quien ha consolidado a Koplast como un referente en la manufactura de productos plásticos.
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Estrategias para el crecimiento y productos destacados
Tras la quiebra de su primer negocio, Salazar Nishi enfrentó enormes desafíos financieros. Sin acceso a créditos bancarios, optó por negociar directamente con los proveedores, cultivando una red de confianza que fue esencial para la supervivencia y el crecimiento de Koplast.
La empresa ofrece una amplia gama de productos para la construcción, destacándose en la fabricación de tubos y conexiones de PVC, cementos disolventes de alto rendimiento y tuberías de polietileno de alta densidad (HDPE), reconocidas por su durabilidad y resistencia.