Una joven que trabajaba como moza en un bar, había quedado a cargo del local por primera vez y tenía una muy mala noche, hasta que un grupo de clientes le cambió el humor con un inesperado gesto que recuerda hasta la fecha.
La chica de 21 años, llamada Kendall, contó en sus redes sociales la anécdota que le dejó una enseñanza que la marcó para siempre. “Fue muy especial. Al día de hoy, yo adopto la postura de conectar con cada cliente, tener un buen vínculo”, expresó.
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La joven es oriunda de Estados Unidos y uno de sus primeros empleos fue el de mesera en un bar. En una noche difícil, en la que se encontraba muy nerviosa, se esforzó para que su humor no influyera en la atención hacia los clientes del lugar y recibió un detalle de parte de un grupo de personas, que valoraron su desempeño.
La anécdota data de 2021, pero Kendall decidió compartirla en las redes sociales recién el pasado 2 de junio. El tiempo pasó pero ella no olvida aquella noche especial, en la que no sólo recibió un generoso regalo, sino también aprendió una enseñanza que le quedó para siempre.
El gesto que le cambió el humor y la marcó de por vida
Según su relato, ella comenzó a trabajar en un restaurante estadounidense, donde le tocó ser la única moza al frente del lugar. “La primera vez que atendía sola el negocio”, remarcó. “Me acuerdo que me encontraba muy nerviosa y, además, no estaba teniendo una buena noche”, agregó.
En un momento, un grupo de clientes entró y se ubicó en una de las mesas del lugar. Kendall los recibió y los atendió durante toda la noche con su mayor dedicación: “Me esforcé demasiado por cumplir con sus pedidos y conecté mucho con ellos”, contó la joven.
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Cuando terminaron de comer, los clientes pagaron la cuenta y se retiraron del lugar. Sin embargo, antes de salir, le dejaron un detalle sobre la mesa. La sorpresa era nada más y nada menos que 100 dólares en efectivo, junto a una nota sobre los billetes que decía: “Kendall: esto es un regalo, no una propina. (...) Muchas gracias”.
El generoso regalo le cambió la noche a la joven que venía de una jornada difícil: “Fue muy especial. Al día de hoy, yo adopto la postura de conectar con cada cliente, tener un buen vínculo. Trato de conocer un poco más de la gente de la comunidad”, manifestó.
“Quería compartir la historia porque me parece muy buena. Estas personas, sin saberlo, generaron un gran impacto en mí”, aseguró, haciendo énfasis en que más allá del valor del dinero, el gesto le dejó una enseñanza muy profunda. “La generosidad y la amabilidad llegan muy lejos”, concluyó.
