Una mujer mostró la resonancia magnética de una paciente con ácido hialurónico en el rostro y las imágenes impactaron a todos. La especialista explicó que este retoque estético puede deformar la cara, ya que la sustancia que se inyecta no se reabsorbe y queda encapsulada en el cuerpo.
La influencer Júlia Salander compartió un video en el que se observan los restos de producto en una paciente e hizo un profundo análisis sobre el procedimiento. “La edad promedio de los retoques estéticos bajó de los 35 hasta los 20 años, esto significa que cada vez vemos a más chicas que se están inyectando ácido sin saber que esto a la larga les deformará la cara”, sostuvo.
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Salander enfatizó en la idea de que el ácido hialurónico no se reabsorbe y para demostrarlo mostró la resonancia magnética de una mujer que durante años se estuvo pinchando esa sustancia. “Lo que vemos en verde es el ácido que se ha encapsulado generando inflamación crónica y deformando la cara”, explicó la mujer sobre la imagen en la que se ven los residuos del producto.
“A nosotras no nos habían vendido esto, las clínicas nos prometen que en unos meses el ácido se va” dijo la influencer, indignada con las falsas promesas de quienes aplican dichos tratamientos. A su vez, dijo que con esta mentira, atraen a gente que “de otra forma no lo haría nunca, ya que cuando las cosas son permanentes se piensan dos veces. Si te dicen que esto se te va, te da menos miedo probarlo”.
Por su parte, Salander explicó que estas prácticas pueden resultar peligrosas porque generan adicción: “Es cierto que parte del producto se absorbe y esto genera que te quieras seguir pinchando muchas veces para tener siempre el mismo resultado. Pero el producto nunca se va del todo, gran parte se queda encapsulado en la cara”.
Si bien Júlia es politóloga, analista de datos y activista digital feminista, se animó a meterse en el ámbito de la medicina y remarcó la cuestión de los problemas de salud que puede conllevar a la larga este procedimiento. “No debe ser muy sano tener restos de productos encapsulados en la cara toda tu vida”, sostuvo.
En busca de la juventud eterna
“Esto no es ‘una moda’, nos bombardean hasta la saciedad para que caigamos. Los filtros de Instagram, los retoques en las fotos, la presión estética en general, el ver que nuestras referentes o personajes públicos, lo hacen casi todas y, además, la falta de información y las mentiras que nos dicen. Todo eso nos induce a acabar inyectándonos cosas”, reflexionó.
Por último, explicó que su análisis no era una crítica a las mujeres que se inyectaron ácido hialurónico, “es una prevención para las que aún no lo han hecho, para las que están pensando en hacerlo y también es una crítica al sistema que nos quiere esclavas de la belleza”, cerró.