La vasta operación de búsqueda y rescate del sumergible Titan, que desapareció el domingo con cinco personas a bordo cuando se dirigía a los restos del Titanic en el Atlántico Norte, entró este jueves en su etapa final.
La situación de los tripulantes del pequeño submarino experimental de la empresa privada OceanGate Expeditions es cada vez más complicada y en las próximas horas podrían levantar el operativo de rescate. La tripulación apenas tenía reservas de oxígeno para cuatro días y el período ya culminó.
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En las últimas horas, los rescatistas enviaron más barcos a la zona de la desaparición con la esperanza de que los sonidos detectados bajo el mar por segundo día consecutivo pudieran orientar la búsqueda.
Los Simpson, los maestros de la videncia, predijeron la visita de un submarino al Titanic y su problema con el oxígeno
Se sabe que los Simpson predijeron muchos hechos que después terminan pasando en la vida real. Es cuestión de creer o reventar, pero en varios capítulos de la serie marcaron, por ejemplo, las lesiones de Neymar, la elección de Donald Trump, la gira de los Rolling Stones y hasta la pandemia de COVID 19, aunque, claro, no con ese nombre.
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Pero la realidad es que estos dibujitos animados son los maestros en predicciones sobre el futuro y lo volvieron a hacer prediciendo la visita de un submarino a ver los restos del Titanic y su falta de oxígeno en éste.
En el capítulo, Homero aparece junto a otro hombre con quien compartiría la experiencia de sumergirse en las profundidades del Océano Atlántico para apreciar el histórico barco que se hundió en 1912.
En este sentido, cada uno se mete en un submarino individual y comienzan su aventura. En ese momento, mientras se encuentran en el fondo del mar, se cruzan con distintos baldes contaminantes y hasta el cadáver de una persona.
Una vez que llegan a ver el Titanic, Homero se comunica con sus amigos, Lenny, Carl y Moe, que se encontraban en el bar cervecero para contarles de su experiencia.
Inmediatamente después de la charla, Homero comienza a seguir a un pez y, sin mirar el camino, se estanca en una especie de rocas. Finalmente, el sumergible le emite alertas de que poco a poco se queda sin oxígeno y la desesperación de él es total.
