La lucha incansable de los defensores de animales no logra detener el tráfico de especies, pero cada animal que se salva es una victoria que les renueva las fuerzas. Uno de estos momentos impactantes fue filmado en marzo y hoy sigue conmoviendo al mundo.
Kailo, un bebé chimpancé, había sido capturado por traficantes ilegales luego de que su madre fuera asesinada. Tras ser rescatado, fue trasladado al Centro de Rehabilitación de Primates Lwiro en la República Democrática del Congo.
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En el mismo momento en que se abrió la puerta de la jaula y vio a su cuidadora, el animalito de dos años extendió sus brazos y le dio un conmovedor abrazo. “Él realmente necesitaba sentir la seguridad y protección. Sin conocerme, simplemente saltó a mis brazos con la esperanza de que yo lo cuidara”, le aseguró al medio Newsweek Itsaso Vélez del Burgo Guinea, la mujer del video, quien también es directora técnica del centro.
“Los cazadores furtivos tienen que matar a las madres para capturar a los bebés primates, ya que ellas protegen a sus bebés hasta la muerte”, explicó el Centro Lwiro en su página de Facebook.
Vélez del Burgo explicó que las crías de chimpancés son como los bebés humanos, necesitan la protección de su mamá, no son destetados hasta los cinco años y permanecen junto a su madre durante los primeros 10 años de vida aproximadamente.
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La especie está protegida por leyes nacionales e internacionales, pero la directora aseguró que miles de estos animales son capturados cada año. “El tráfico de grandes simios es un negocio muy rentable. Los expertos estiman que alrededor de 3.000 simios son víctimas de tráfico cada año y dos tercios de esta cifra son chimpancés. Lamentablemente, los números podrían ser muchísimo más altos”, señaló Vélez del Burgo.
Otra de las amenazas que enfrentan es la cacería ilegal y la destrucción de su hábitat, por lo que ahora pertenecen a la lista de especies en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
