Magnánima, con su temple, su postura, su enorme lomo, su cola, sus saltos y ese chorro de agua. La Ballena Franca austral llega todos los años a la Penínsuña Valdés. Desde los primeros días de mayo hasta los primeros días de noviembre, centenares de ellas vienen a aparearse y reproducirse, desde distintos puntos de los gélidos mares del sur.
Puerto Madryn, Puerto Pirámides y los golfos San José y Nuevo, en la provincia de Chubut, son el escenario en el que el show se repite año a año. TN360 te invita a viajar y vivir la experiencia en primera persona, como si estuvieras ahí.
Instrucciones para aprovechar la experiencia 360°
Podés verlo en tu compu, y navegarlo con el mouse. (Te recomendamos auriculares o un buen volumen en los parlantes).
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Eubalaena Australis
Ese es el nombre científico de la Ballena Franca austral. Es una especie de cetáceo misticeto de la familia Balaenidae del Hemisferio Sur.
Los machos tienen entre 13 a 15 metros y las hembras alrededor de 16 metros. Cuando nacen miden entre 3 y 5 metros, desde el hocico hasta su cola. El peso promedio de un adulto es de aproximadamente unas 40 toneladas (40 mil kilogramos).
De cuerpo oscuro, agrisado y negruzco y sin aleta dorsal, la Ballena Franca tiene en su gran cabeza ciertas callosidades que permiten diferenciar unas de otras y que a su vez son una especie de ícono distintivo de este tipo de cetáceos.
La barba de la ballena
Dentro de su boca, la mandíbula superior tiene unas 260 placas o barbas córneas que se conocen como "baleen". De allí proviene su nombre en castellano de "ballena". Estas barbas llegan a medir unos 2,50 metros de largo. Cuando las ballenas se alimentan, sirven de filtros o coladores para retener su comida principal: el krill.
El hábitat y el peligro de extinción
La Ballena Franca vive en una amplia franja que va de los 20° a los 60° de latitud en los océanos Pacífico norte, Atlántico norte, Atlántico sur, Índico sur y parte del Pacífico sur. Existen dos especies de ballenas francas: la del hemisferio norte y la del hemisferio sur, pero entran en contacto entre sí porque no soportan las aguas de la zona ecuatorial.
La caza indiscriminada de estos ejemplares la puso en peligro de extinción. Desde el siglo XIX, su población original se redujo hasta en un 90 %. Si bien se las encuentra en el Hemisferio y Polo Sur, se reproducen en aguas cálidas durante el invierno. Por este motivo se reúnen en varios lugares del mundo como Argentina (Península Valdés), Australia, Uruguay y Nueva Zelanda.
Avistajes
Comenzaron en la década del '70, hace casi 40 años. En ese entonces los barcos que navegaban por la península notaron que las ballenas, curiosas, se acercaban, sin temor por la presencia del hombre, mostrando sus colas, dando saltos y nadando en círculos alrededor de las embarcaciones. Hoy, se puede disfrutar de lo mismo y ver de cerca a estas ballenas es una experiencia única.
