La competencia en la industria de los televisores de alta gama sumó un nuevo capítulo con la llegada de la tecnología microRGB, que promete elevar los estándares de brillo, contraste y precisión de color en las pantallas Ultra HD.
Se trata de un avance que busca ir más allá de los paneles OLED y microLED al incorporar una retroiluminación microscópica que redefine la forma en que se generan las imágenes.
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El concepto detrás del microRGB se basa en el uso de LED rojos, verdes y azules (red, green, blue, en inglés, RGB) de menos de 100 micrómetros, colocados en patrones ultrafinos debajo de la superficie visible de la pantalla. Cada uno de estos emisores puede ser controlado de manera independiente, lo que permite un manejo mucho más preciso de la luz y el color en comparación con la retroiluminación LED tradicional.

El resultado, según especialistas, es una mejora notable en la fidelidad cromática, negros más profundos y un contraste superior, elementos clave en la experiencia visual de televisores de gran formato.
Diferencias con otras tecnologías
En la última década, el mercado de televisores premium estuvo dominado por dos tecnologías: OLED, que destaca por su capacidad de generar negros absolutos gracias a píxeles autoemisivos, y microLED, que utiliza diminutos diodos emisores de luz para conformar cada píxel.
El microRGB se diferencia al llevar la retroiluminación un paso más allá: en lugar de depender de filtros de color, cada LED rojo, verde o azul funciona a escala microscópica con control individual, lo que permite mayor precisión en la reproducción de imágenes sin sacrificar brillo ni durabilidad.
Televisores con inteligencia artificial
Los primeros modelos de teles con microRGB incorporan procesadores diseñados para trabajar con inteligencia artificial, capaces de analizar cada cuadro en tiempo real y ajustar los niveles de color y contraste automáticamente.
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Aunque la presentación oficial corrió por cuenta de Samsung, que mostró en Corea un televisor de 115 pulgadas basado en esta tecnología, la apuesta va más allá de un solo fabricante. El microRGB se perfila como una posible nueva categoría dentro de las pantallas de gran tamaño, orientada al segmento ultra premium, donde la innovación constante marca la diferencia.
Por ahora, estos televisores estarán disponibles en mercados selectos como Estados Unidos y Corea, con planes de expansión global. Sin embargo, su llegada a otros países dependerá de un factor clave: los costos de producción y la capacidad de los fabricantes de trasladar esta tecnología a modelos más accesibles.
Como ocurrió con el paso del LCD al OLED y luego al microLED, el microRGB abre un nuevo frente en la búsqueda de imágenes más realistas e inmersivas. Todavía es pronto para saber si se impondrá como estándar en la industria, pero lo cierto es que marca un avance significativo en la carrera por ofrecer televisores cada vez más brillantes, precisos y duraderos.