La inteligencia artificial ya no es una promesa futurista, sino que se convirtió en una herramienta cotidiana que atraviesa desde el trabajo hasta el entretenimiento y la salud.
En la actualidad, se estima que existen 378 millones de usuarios globales de IA, un crecimiento del 20% respecto a 2024, con casi 65 millones de nuevos usuarios este año.
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A medida que su adopción crece, también se diversifican sus usos. Hoy la IA no solo está en grandes sistemas corporativos: “Probablemente ya interactuás con ella todos los días sin darte cuenta”, aseguro a TN Tecno Tomás Dacoba, director de Marketing de Veeam para Latinoamérica. Desde desbloquear el teléfono hasta recibir una recomendación de serie, la IA está presente de formas tan sutiles como imprescindibles.

Estas son las 5 formas en que la IA ya ingresó en nuestras vidas cotidianas
- 1. Asistentes virtuales avanzados
Siri, Alexa, Google Assistant o ChatGPT ayudan a gestionar tareas, responder consultas, controlar dispositivos inteligentes o redactar textos, ya sea por voz o por escrito.
- 2. Reconocimiento facial e imágenes
Esta tecnología permite desde desbloquear un celular hasta organizar automáticamente álbumes de fotos, identificando rostros y objetos con alta precisión.
- 3. Sistemas de recomendación personalizados
Plataformas de streaming y e-commerce analizan preferencias y hábitos para sugerir contenidos y productos que se ajustan al perfil de cada usuario.
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- 4. Automatización del hogar
Iluminación, climatización, seguridad y entretenimiento se adaptan a las rutinas familiares gracias a sistemas que aprenden y optimizan el confort.
- 5. Aplicaciones médicas y diagnósticos
La IA colabora en el análisis de radiografías y resonancias, detecta enfermedades en etapas tempranas y permite diseñar tratamientos personalizados.
La IA ya está acá. Y llegó para quedarse
“En este escenario de adopción masiva y avances acelerados, la clave no es resistirse, sino entender cómo incorporar la inteligencia artificial de forma segura, estratégica y responsable”, explicó Dacoba.
Para el especialista, el desafío no está en frenar la adopción, sino en hacerlo de forma segura y responsable: “Su valor real aparece cuando se combina con una gestión inteligente de los datos: protegerlos, analizarlos y usarlos de forma ética será lo que diferencie a las organizaciones resilientes del resto”.
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Las recomendaciones para un uso seguro incluyen configurar bien la privacidad, no compartir información sensible, usar contraseñas fuertes con doble factor de autenticación y verificar siempre la información antes de actuar.
El crecimiento de esta tecnología no muestra señales de desaceleración y la inteligencia artificial ya dejó de ser un experimento de laboratorio para convertirse en una presencia constante en nuestras rutinas.
Su potencial para transformar industrias enteras es innegable, pero también lo es la necesidad de un uso consciente y protegido. Como explicó Dacoba, el reto no es temerle, sino aprender a convivir con ella: aprovechar sus beneficios mientras se cuidan los datos, la seguridad y, sobre todo, la confianza de los usuarios.