Hoy, como cada 16 de julio desde 2021, el mundo celebra el Día de Apreciación de la Inteligencia Artificial, una fecha dedicada a reconocer los logros y el potencial transformador de esta tecnología.
El día busca honrar las contribuciones positivas de la IA a la humanidad, al mismo tiempo que impulsa una conversación nacional sobre la ética en su desarrollo y uso, y nos invita a reflexionar sobre los logros y desafíos que la IA presenta en nuestra sociedad.
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Con el avance vertiginoso de los modelos generativos, asistentes virtuales, sistemas de diagnóstico médico, algoritmos de recomendación y automatización en múltiples industrias, la IA se volvió omnipresente en apenas unos años.

Pero junto con ese crecimiento llegaron también nuevas preocupaciones sobre privacidad, sesgos algorítmicos, pérdida de empleos y el uso de esta tecnología para manipular información o vigilar personas.
Por eso, más que una celebración, el 16 de julio también se presenta como una oportunidad para promover un debate informado. En muchos espacios académicos, tecnológicos y educativos se organizan charlas, talleres y encuentros para discutir cómo garantizar que la inteligencia artificial sea segura, transparente y accesible para todos.
Apreciar la inteligencia artificial no significa idealizarla ni aceptar sus usos sin cuestionamientos. Significa reconocer su potencial transformador y, al mismo tiempo, asumir la responsabilidad colectiva de guiar su desarrollo en beneficio de la humanidad.
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Un recorrido por la historia de la IA
Aunque muchos creen que la IA es un fenómeno reciente, sus raíces son mucho más profundas. Apareció por primera vez como un dispositivo narrativo en obras de ficción como Frankenstein de Mary Shelley, donde ya se exploraban las preguntas éticas que hoy son centrales.
Los hitos de la IA clave incluyen:
- Principios del 1900: Filósofos y matemáticos estudiaron el razonamiento mecánico.
- 1950: Alan Turing publica Computing Machinery and Intelligence, donde propone el famoso Test de Turing para evaluar si una máquina puede “pensar” o simular inteligencia humana. Es uno de los textos fundacionales del campo.
- 1943: Se crea la primera IA reconocida en el diseño formal de McCulloch y Pitts para las neuronas artificiales Turing-completas.
- 1956: Nace el término Inteligencia Artificial en una conferencia de Dartmouth. John McCarthy, Marvin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude Shannon usan por primera vez el término Artificial Intelligence. Se considera el nacimiento oficial de la disciplina.
- 1966: Joseph Weizenbaum desarrolla ELIZA, un programa capaz de simular una conversación con un terapeuta. Fue pionero en procesamiento de lenguaje natural y en interfaces conversacionales.
- 1997: La supercomputadora de IBM Deep Blue derrota al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov. Marca un punto de inflexión en la percepción del poder computacional y de la IA.
- 2011: Otro sistema de IBM, Watson, vence a los campeones humanos del programa de trivia Jeopardy! con un procesamiento de lenguaje natural, búsqueda semántica y aprendizaje automático. Impulsa el uso de IA en salud y empresas.
- 2022: En noviembre se presentó, y abrió al público en general, ChatGPT, el modelo de lenguaje generativo que revolucionó la forma de interactuar con la IA. Inicia la era de la inteligencia artificial generativa.
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La inteligencia artificial en la Argentina: de la automatización a la hiperpersonalización
En la Argentina, la inteligencia artificial continúa expandiéndose y generando transformaciones positivas, especialmente en el ámbito empresarial. Cada vez más compañías adoptan esta tecnología como una herramienta clave para personalizar experiencias, optimizar procesos y responder de forma más precisa a las necesidades de sus usuarios, clientes y colaboradores.
Alejandro Zuzenberg, cofundador de Botmaker, destacó que uno de los motores de esta expansión es la capacidad de las empresas para recolectar y analizar datos. “El objetivo es entender cómo construir experiencias conversacionales más personalizadas, automatizadas y, sobre todo, accesibles”, señaló.
En ese camino, uno de los grandes desafíos es alcanzar una verdadera hiperpersonalización. “Un chat no inteligente ya te posiciona como marca. Hoy las expectativas de los consumidores son mucho más altas: esperan respuestas automatizadas, sí, pero también relevantes y contextualizadas. La inteligencia artificial tiene ese potencial de impacto y genera una posibilidad mayor de ofrecer ese nivel de conversación”, explica Zuzenberg.
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En ese aspecto, soluciones como la incorporación de Agentes de IA, capaces de detectar intenciones en tiempo real a través de IA generativa y cumplir objetivos conversacionales concretos, permiten potenciar la atención al cliente en múltiples canales, desde WhatsApp hasta mails o audios.
Mirando hacia el futuro, Zuzenberg también planteó el rol que podría tener América Latina en el ecosistema global de la IA: “Considero que estamos más enfocados en la implementación de modelos de lenguaje que en su desarrollo, pero la región cuenta con un enorme talento en matemáticas y ciencias exactas. Eso nos da potencial para ganar relevancia en el mercado internacional”.
En un nuevo Día de Apreciación de la Inteligencia Artificial, el caso argentino muestra cómo esta tecnología no solo transforma la experiencia de usuario, sino que también abre puertas a una participación más activa en la evolución global del sector.