OpenAI, la organización que desarrolla ChatGPT, expandirá su presencia en los negocios digitales. El paradigma de la Inteligencia Artificial Generativa lanzará su propio navegador web en las próximas semanas, según un informe de Reuters.
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Es una expansión lógica: el grupo que dirige Sam Altman comenzó a integrar su propio motor de búsqueda en ChatGPT, el año pasado, profundizando la competencia con gigantes de la industria, entre ellos Google.
¿Cómo será el navegador web de OpenAI?
Fuentes consultadas por el mencionado medio, indicaron que OpenAI integrará su agente Operator AI en el browser, que saldrá al ruedo a competir con propuestas de extenso recorrido en el segmento, como Google Chrome, Apple Safari, Edge de Microsoft (antes Internet Explorer) y Mozilla Firefox, entre otros.
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Los informes que circulan indican que el programa para navegación web se basará en Chromium, el código abierto de Google que también se usa en Chrome, Opera y Edge; y que también emplea Cornet, un browser anunciado esta semana por Perplexity, un competidor de OpenAI que ha estado en el radar de varios peces gordos interesados en adquirir la startup.

¿En qué será diferente el navegador de OpenAI? La clave son los agentes de Inteligencia Artificial. Con esto, el programa podrá realizar tareas en forma autónoma, en nombre del usuario. Al respecto, la publicación The Verge habla de un “futuro agentístico”.
Por lo demás, es esperable —y evidente, en buena medida— que el navegador de OpenAI cuente integre una interfaz de ChatGPT para que los usuarios puedan interactuar desde allí con el chatbot.
¿Qué son los agentes de IA, que estarán en el corazón del navegador de OpenAI?
Tal como explicamos anteriormente en TN Tecno, los agentes de IA son sistemas inteligentes capaces de realizar ciertas acciones por su cuenta. Por ejemplo, completar tareas, resolver problemas y tomar decisiones.
¿En qué se diferencian de los chatbots tradicionales? En lugar de reaccionar a las instrucciones que ingresa el usuario, los agentes de IA son proactivos. Pueden analizar sus pedidos y necesidades, desglosar las tareas y llevarlas a cabo sin supervisión.
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Por ejemplo, en lugar de solamente mostrar opciones de vuelo, un agente de IA puede reservar pasajes, programar recordatorios y ajustar el cronograma del viaje. Lo que los distingue es su capacidad para ejecutar procesos de varios pasos sin intervención humana. En ese sentido, operan con independencia y adaptabilidad.