Las llamadas spam son una tortura cotidiana para miles de usuarios de telefonía móvil en América Latina. Ofertas de productos que nadie solicitó, promesas de premios inexistentes y falsas propuestas laborales son moneda corriente. La molestia es tal que muchos optan por soluciones extremas: activar el modo avión, ignorar todas las llamadas entrantes o bloquear de forma manual número por número.
Pero hay una técnica mucho más efectiva y poco conocida: atender y pedir que se elimine tu número del listado de llamadas, con cortesía y claridad. Sí, aunque suene contradictorio, atender la llamada es el primer paso para dejar de recibirla.
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La técnica fue explicada por la telemarketer francesa Eléonore Bounhiol en una entrevista con la revista Maison&Travaux. Su consejo principal es no ignorar la llamada, sino responder, ser amable y solicitar que tu número sea eliminado del sistema.
“Cuando el receptor no contesta, sigue siendo un objetivo activo para las empresas que utilizan marcadores automáticos”, explicó Bounhiol. “En cambio, si responde y pide ser eliminado, se reduce la probabilidad de volver a ser contactado”.
Además, la experta recomienda no descargar la frustración con el operador telefónico: “La persona que está del otro lado no tiene la culpa. Un trato cordial facilita que el trámite se complete más rápido”.
Eso sí: no hay que brindar información personal, aunque el operador ya tenga algunos datos, como nombre, edad o dirección.
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¿Por qué no sirve solo colgar o activar el modo avión?
Aunque puede parecer una salida rápida, cortar sin atender no resuelve el problema. En realidad, muchas empresas utilizan sistemas automatizados que, si detectan actividad en la línea (como que suena o va al buzón), registran al número como válido y lo vuelven a marcar en el futuro.
Por otro lado, activar el modo avión bloquea de forma temporal todas las llamadas, pero no impide que el spam continúe apenas el celular vuelve a conectarse.
