Cada dispositivo conectado a internet es una posible puerta de entrada a tus datos para ciberdelincuentes: celulares, computadoras, tablets e incluso smartwatches puede ser hackeados si no tomamos ciertos recaudos y buenas prácticas de seguridad informática.
Sin embargo, hay un dispositivo cotidiano, inofensivo y aparentemente a salvo de intrusiones que es un agujero negro de la ciberseguridad, por su facilidad de hackeo: las impresoras.
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Las impresoras modernas, rápidas, eficaces y de máxima calidad, son también dispositivos IoT (Internet de las Cosas): están conectadas a redes locales o a internet, procesan y transmiten datos, y en algunos casos se integran con servicios en la nube o sistemas de gestión documental.

Sin embargo, a diferencia de otros dispositivos IoT como cámaras de seguridad o termostatos inteligentes, las impresoras suelen ser ignoradas en los planes de seguridad y los usuarios rara vez actualizan su software o firmware, lo que las deja expuestas a múltiples vulnerabilidades.
Entre los factores que las hacen tan susceptibles de ataques están la falta de actualizaciones de seguridad, configuraciones por defecto sin modificar (como contraseñas débiles o puertos abiertos), la amplia superficie de ataque que ofrecen al estar conectadas a la red y almacenar documentos, y una baja percepción del riesgo por parte de usuarios y empresas.
Todo eso facilita que sean utilizadas como puntos de acceso para ciberdelincuentes que buscan infiltrarse en redes corporativas o domésticas.
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Cuáles son los riesgos de no proteger tu impresora
Ignorar la seguridad de este dispositivo puede traer consecuencias graves:
- Robo de información confidencial
Ciberdelincuentes pueden acceder a documentos impresos o almacenados, y poner en riesgo datos personales o corporativos sensibles.
- Uso indebido del dispositivo
Un atacante puede configurar impresiones no autorizadas y así generar costos innecesarios y desperdicio de recursos.
- Puerta de entrada a la red
Al comprometer la impresora, los ciberdelincuentes pueden infiltrarse en otros dispositivos conectados y ampliar el alcance del ataque.
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Cómo proteger tu impresora para que no te la hackeen
Para no quedar expuesto, acá te compartimos algunos consejos prácticos y efectivos para cuidar tu impresora:
- Actualizá el firmware y el software regularmente
Los fabricantes lanzan actualizaciones para corregir vulnerabilidades conocidas. Mantené el firmware al día, que es tu primera línea de defensa. Si tu impresora permite actualizaciones automáticas, activalas para no depender del olvido.
- Cambiá las contraseñas predeterminadas por otras robustas
Las contraseñas por defecto son conocidas y fácilmente explotables por hackers. Usá combinaciones complejas que incluyan mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales, y cambialas periódicamente.
- Aislá la impresora en una red separada
Si podés, conectá la impresora a una red distinta a la principal. Así, limitarás el acceso de un posible atacante a otros dispositivos sensibles de tu red doméstica o empresarial.
- Activá la impresión segura o Pull Printing
Esta función requiere que te autentiques directamente en la impresora para liberar el trabajo de impresión y evitar que documentos sensibles queden expuestos o sean impresos sin tu autorización.
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- Protegé la red WiFi y los puntos de acceso
Asegurate de que la red a la que conectás la impresora tenga una contraseña fuerte y usá protocolos de cifrado robustos. Evitá redes abiertas o sin protección.
- Deshabilitá puertos y servicios innecesarios
Muchos dispositivos vienen con puertos abiertos o servicios activos que no usás y que pueden ser explotados. Revisá la configuración y desactivá todo lo que no sea imprescindible para el funcionamiento de la impresora.
- Cifrá los datos transmitidos y almacenados
Si tu impresora ofrece opciones de cifrado, activalas para proteger la información que enviás a imprimir o que queda almacenada en discos duros internos. Además, borrá periódicamente los datos almacenados para evitar filtraciones.
- Implementá autenticación multifactor y control de acceso
Limitá quién puede usar la impresora mediante métodos de autenticación adicionales, como tarjetas, PIN o biometría. Esto es especialmente importante en entornos corporativos con alta circulación de documentos sensibles.
- Realizá auditorías y monitoreo de seguridad
Revisá regularmente la configuración de seguridad y el estado de la impresora para detectar vulnerabilidades o accesos no autorizados. En empresas, considerá contratar expertos en ciberseguridad para estas tareas.