Hace 50 millones de años, Marte era un lugar muy diferente al desierto frío y árido que es hoy. Las investigaciones científicas indican que su superficie estaba marcada por una actividad geológica intensa, con volcanes gigantes aún en plena erupción.
Sus ríos y lagos, aunque ya en una etapa de declive, todavía formaban parte de valles sinuosos y deltas, y dejaban evidencia de un pasado en el que el agua fluía con mayor abundancia.
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Los informes y estudios realizados por especialistas confirman que la atmósfera del planeta vecino, aunque más delgada que la de la Tierra, permitía condiciones menos extremas, con temperaturas que fluctuaban entre el frío y el calor moderado.

Este Marte, dinámico y en transformación, contrasta con el planeta estéril que hoy observamos y conocemos gracias a las misiones espaciales. Sus vestigios nos ofrecen pistas clave sobre su evolución y la posibilidad de que alguna vez albergara condiciones más habitables.
Cómo era Marte hace 50 millones de años
Le pedimos a la inteligencia artificial que recree en imágenes cómo se veía el planeta rojo en su pasado, y así lo imaginó:


