Un equipo de científicos de la Universidad Johns Hopkins presentó una mano robótica de vanguardia impulsada por inteligencia artificial, que promete transformar la vida de personas con amputaciones y abrir nuevas posibilidades en la automatización industrial.
Esta innovadora prótesis no solo imita la destreza de una mano humana, sino que también es capaz de “sentir” la textura y la fragilidad de los objetos y así ajustar la fuerza de su agarre y evitar daños.
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La clave de este avance reside en el diseño híbrido de la mano, que combina polímeros flexibles similares al caucho con un esqueleto interno rígido impreso en 3D. Este diseño permite una flexibilidad y precisión excepcionales en cada uno de sus dedos.

Según informaron los investigadores, la mano está equipada con tres capas de sensores táctiles, inspirados en la estructura de la piel humana, que le permiten percibir la forma, la textura y la presión de los objetos que toca.
Como se puede observar en el video compartido por la Universidad John Hoskins, la mano biónica es capaz de realizar tareas que hasta ahora eran impensables para una prótesis robótica, como sujetar un juguete de peluche o manipular un vaso de plástico sin aplastarlo.
La capacidad de la mano para ajustar su fuerza se basa en algoritmos de aprendizaje automático que interpretan las señales de los sensores táctiles. Estos algoritmos fueron entrenados para reconocer una amplia variedad de objetos y texturas, y para adaptar el agarre de la mano en tiempo real. En el laboratorio, la mano identificó y manipuló 15 objetos cotidianos con una precisión del 99,69%.
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Así es la mano biónica de la Universidad Johns Hopkins:
- Manejo: se puede controlar cada articulación blanda, llena de aire de los dedos, con los músculos del antebrazo.
- Agarre: puede sujetar objetos cotidianos con cuidado, adaptando y ajustando su agarre para evitar dañar o manipular mal lo que sujeta.
- Materiales: combina la fuerza de la robótica rígida y blanda para imitar la mano humana.
- Tecnología: algoritmos de aprendizaje automático enfocan las señales de los receptores de tacto artificial para crear una sensación de tacto realista. La información sensorial de sus dedos se traduce al lenguaje de los nervios para proporcionar una retroalimentación sensorial naturalista a través de la estimulación nerviosa eléctrica.