La youtuber Emily the Engineer consiguió fama en el portal de videos de Google gracias a sus proezas con impresión 3D. Entre sus hitos se destaca la ocasión en la que usó de esa técnica para fabricar un barco y otra en la que confeccionó el traje de Iron Man con filamentos plásticos. Su creación más reciente también es singular: diseñó una máquina que hace tatuajes y la probó en una persona real.
Así es la máquina de tatuajes casera y automatizada
Siguiendo el repaso del sitio Gizmodo, este desarrollo encaja en un par de categorías. Una de ellas: en la movida DIY, siglas en inglés de “hágalo usted mismo”. La otra: se ajusta a la recomendación “no hagan esto en casa”.
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Emily Yarid (tal es el nombre de la youtuber) logró adaptar una impresora 3D para que realice tatuajes, en escenarios reales. Para conseguirlo, reemplazó la sección del filamento por tinta y la boquilla por una aguja, entre otros cambios en el dispositivo. Además, en lugar de trabajar sobre una placa, lo hace en la piel humana, que queda expuesta en una ventana pequeña que también funciona como soporte.
“Esta parece una de las peores formas posibles para hacerse un tatuaje. Por eso, Yarid incluyó una palanca de emergencia para levantar el brazo de la máquina en caso de que la sesión se vuelva demasiado dolorosa”, señaló la fuente.
Tal como señalamos, este experimento no se contentó con una prueba común y corriente. En cambio, la ingeniosa creadora de contenido probó su máquina en la piel de un youtuber, que en su piel dibujó la palabra “leg” (pierna, en inglés).
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Más allá de que esta máquina probablemente no se vuelva popular, es evidente que no sería bien recibida por los tatuadores profesionales. El año pasado, en TN Tecno revisamos cómo los avances en inteligencia artificial también afectan a ese mundillo, con diseños automatizados en lugar de los creados por artistas de carne y hueso. “Es como usar esteroides para hacer deporte”, dijo uno de los expertos en tattoos.
Aquel informe también reúne el punto de vista de algunos clientes. Por ejemplo, el de una enfermera de 30 años que compartió una experiencia que vivió en carne propia cuando su tatuador le confesó que el dibujo que había grabado en su piel fue diseñado con IA. “Él parecía orgulloso, pero yo estaba en shock, estaba muy decepcionada”, dijo.
