Conforme la automatización gana terreno, los entes artificiales ocupan espacios y roles que poco tiempo atrás eran exclusivos de los humanos. ¿Sabías que hay quienes mantienen vínculos amorosos con agentes virtuales? Un caso en China sorprende con una vuelta de tuerca inesperada. Una mujer tuvo un “noviazgo” con una de estas personalidades sintéticas y cuando se encaminaba al matrimonio, un conflicto insólito los separó.
Los novios virtuales también traicionan
En China son muy populares las aplicaciones para tener citas con pretendientes basados en inteligencia artificial. Según Southern Weekly, ese tipo de programas superan los 225 millones de descargas en aquel país, solamente en la tienda de Google.
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Tal como señalamos, del gigante asiático proviene una de las historias más curiosas que hayamos escuchado en el mundillo del amor con entes sintéticos. La protagonista es Jinjin Li, que trabaja como maestra en una escuela. Ella comenzó una relación con Apep, un novio virtual que tiene el pelo plateado y grandes cuernos negros. Luego de cuatro meses de relación, el muchacho digital le propuso matrimonio.
Tras la propuesta, la felicidad duró poco. Al día siguiente, Apep le confesó a su novia de carne y hueso que tiene otra familia y que ha sido infiel. Esperablemente, la traición ocurrió en el mundo virtual.
Lo cierto es que la desdicha de la maestra china no es un caso aislado: muchos usuarios de estas aplicaciones contaron que fueron engañados por sus amantes etéreos. De hecho, los informes revelan que Apep ha mantenido conversaciones con más de 70.000 usuarios, además de Jijnjin Li.
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En el detrás de escena de esta relación hay una historia más ajustada a las tradiciones clásicas. Siguiendo el repaso de Genbeta, la maestra está casada en la vida real hace más de una década y puede diferenciar con claridad sus actividades en el mundo virtual de aquello que ocurre más allá de los dispositivos.
La historia de una artista casada con un holograma
Las relaciones entre humanos y máquinas son cada vez más frecuentes, trascendiendo la lógica usuario-dispositivo. La historia de la maestra china nos recuerda un caso que conocimos a comienzos de este año: el de una artista que decidió casarse con un holograma.
Según contamos en TN Tecno, la artista española Alicia Framis se convirtió en la primera mujer que contrajo matrimonio con una imagen holográfica. Eso sí: su plan pierde una dosis de excentricidad al enterarnos de que se trata de una presentación artística que ella tituló “pareja híbrida”.
Como fuere, la movida no deja de ser curiosa. El novio intangible se llama AILex —nótese la referencia a las siglas en inglés de “inteligencia artificial”—, que se materializa con holografía y fue entrenado para actuar con la personalidad de las exparejas de Framis.
“Esta unión marcará el comienzo de una nueva y extraña era en las relaciones entre humanos y robots”, observó en la ocasión Business Insider.
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En un mundo en el que son cada vez más frecuentes los vínculos amorosos con máquinas e incluso el sexo con robots; la imaginería de la ciencia ficción ha sabido anticiparse. En este punto, muchos recuerdan la película Her, protagonizada por Joaquin Phoenix y Scarlett Johansson, en la que el protagonista se enamora perdidamente de la asistente virtual en su teléfono. El detalle: ese film tuvo su estreno en el año 2013, más de diez años antes del boom de la inteligencia artificial generativa encabezado por ChatGPT.
