En función de una propuesta publicada en el año 2022, el Consejo y el Parlamento de Europa avanzan en un plan que procura combatir las nuevas formas de maltrato contra las mujeres. Entre otras iniciativas en marcha, prevén penalizar diferentes expresiones de la ciberviolencia, como el intercambio no consensuado de contenido íntimo. Además, la movida en el viejo continente estipula que la publicación de deepfakes pornográficas sea considerada un delito.
La Comisión Europea ha dicho que estas nuevas directivas permitirán que los países miembros de la UE aborden con especificidad tales actos, ayudando a las víctimas en los Estados que aún no los criminalizaron.
“Esta es una cuestión urgente que hay que abordar, dada la propagación exponencial y el dramático impacto de la violencia en línea”, señalaron desde la Comisión. En ese marco, prevén que se exija a los países integrantes que se briden recursos para ayudar a identificar la ciberviolencia, saber cómo evitarla y buscar ayuda, en caso de necesitarla. También pedirán que proporcionen plataformas para recabar informes.
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En términos generales, la iniciativa en Europa procura desarraigar la pornografía de venganza y sus efectos nocivos. También prevé que se consideren como delitos penales el acoso cibernético, los discursos de odio misógino y el envío no solicitado de imágenes y videos con desnudos.
Batalla contra las deepfakes porno: el “factor Taylor Swift” en la reciente movida de la Comisión Europea
De acuerdo a un informe de Politico, estas inquietudes de los funcionarios en la Unión Europea resurgieron, en parte, debido a la reciente difusión de deepfakes pornográficas con el rostro de Taylor Swift. Tal como contamos en TN Tecno, las falsificaciones que tuvieron como víctima a la cantante estadounidense obligaron a algunas redes sociales a frenar las búsquedas relacionadas a ella, a fin de frenar el evidente impacto nocivo de aquellos contenidos.
“Una forma nueva y repugnante de humillar a las mujeres es compartir con imágenes íntimas generadas con inteligencia artificial, en un par de minutos”, dijo a la mencionada publicación Věra Jourová, vicepresidenta de la Comisión Europea. “Estas imágenes pueden causar un daño enorme, no solo a las estrellas del pop, sino a cualquier mujer que tenga que demostrar en el trabajo o en casa que se trata de una deepfake”, añadió.
Una deepfake —en español, “falsificación profunda”— es una inquietante técnica respaldada por algoritmos de redes neuronales generativas, que consiste en la creación de imágenes, videos y/o audios falsos, aunque en extremo realistas. Su divulgación implica consecuencias indeseables: desinformación, engaños, confusiones y la difamación. En muchos casos, se emplea en pornografía, por ejemplo “insertando” el rostro de personas en un cuerpo desnudo, tal como ocurrió con Swift.
Cabe mencionar que las deepfakes también son riesgosas en el terreno de la seguridad informática, ya que pueden ser usadas para engañar a víctimas en fraudes elaborados y de compleja identificación.
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Hasta ahora, las normas señaladas son parte de un proyecto de ley que los representantes de los Estados de la UE deben aprobar. Si la iniciativa finalmente es confirmada, los miembros tendrán hasta el año 2027 para cumplir con las nuevas reglas.
