Artista visual, VJ psicodélico, gamer. Aunque no se dispone de mucha información sobre su identidad, Project Ravenlight es casi una celebridad en internet y redes sociales. Sus avatares 3D creados con inteligencia artificial son tan populares que hasta la mismísima Thalía quedó tan sorprendida con el suyo que lo usó en un video musical lanzado esta semana. El clip, ya cosechó 100.000 reproducciones.
Pero ¿quién es el misterioso artista detrás del seudónimo? ¿Cómo nació esta nueva forma de arte que también utiliza para homenajear a artistas que ya no están? TN Tecno pudo hablar con él y nos contó cómo inició su carrera: “Mi historia comienza un 27 de enero con la muerte de mi hermano, quien se quitó la vida a los 19 años, en 2012”.
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La idea de crear avatares tuvo su origen como tributo. “Cuando pasó lo de mi hermano, luego del duelo, de querer dejar de jugar videojuegos y de atravesar una profunda depresión, pensé la idea de crear un avatar de él, más que nada para recordarlo, volver a verlo sonreír”, contó Charly, el nombre que utiliza y con el que se lo conoce, además de Project Ravenlight.
Con tutoriales de YouTube, Charly comenzó a investigar y a aprender cómo poner en práctica su idea. A partir de fotos familiares y retratos viejos, y con un programa armado por él mismo dentro de un motor de videojuegos, su proyecto fue tomando forma hasta finalmente lograr un avatar de su hermano con el que incluso se podía interactuar a través de realidad virtual.
El resultado fue chocante. “Observarlo en diferentes ángulos, verlo y que te mire, te siga la mirada, fue una experiencia muy sanadora. De alguna manera traté de preservar su memoria”.
Pero el destino le dio otro golpe: el disco rígido en el que tenía guardado todo ese proyecto dejó de funcionar y perdió todo el material.
“Cuando se me rompió el disco ya estaba haciendo pruebas con inteligencia artificial, aprendiendo a manejar herramientas 3D para poder hacer desde visuales de motion graphics hasta animaciones más psicodélicas”, explicó Charly. “Para esa época conocí a Taka Yamazato, de Jota Producciones, y me incorporé a su staff. El hecho de poder estar comprometido con eventos o visuales, disparó mi idea de hacer algo relacionado con la música”, explicó.
“La productora es también parte de todo lo que me viene sirviendo para poder hacer realidad Project Ravenlight y los homenajes a artistas actuales y que ya no están, como Gustavo Cerati o Federico Moura”.
Al igual que en el avatar de su hermano, Charly utiliza inteligencia artificial para crear los homenajes. “El proceso lleva su tiempo. Se alimenta el sistema con fotos hasta generar una base de datos con imágenes del artista”. Con esa base, la IA reconoce patrones y luego, a través de prompts, puede generar una versión totalmente nueva con el aspecto o estilo que el autor quiera.
Gracias a la inteligencia artificial, las imágenes generadas en el avatar 3D son totalmente inéditas. El resultado, luego de las instrucciones -prompts-, es producto de las elecciones de la IA. Después de generadas las imágenes, Charly las une y compone un video con música del artista.
Uno de estos avatares, publicado en su cuenta de Instagram @vjravenlight, mostraba a Thalía en diferentes versiones hiperrealistas y con estilos y vestidos que la cantante nunca usó. El clip tuvo tantas reproducciones que llegó hasta la superestrella mexicana: “¡Wow! ¿Pero qué es esto? ¿Qué locuraaa? ¡Me Encanta!”, publicó en sus redes la diva.
A partir de ese avatar, Project Ravenlight fue convocado para realizar uno más extenso para el video de la canción Me Cuesta Tanto Olvidarte que la artista estrenó esta semana en YouTube.
“La verdad que fue muy loco, y una linda experiencia poder generar una colaboración con ella y que se viralizara”, nos contó Charly. “Despues del primer avatar que hice con la canción A quien le importa, hice una demo del tema Me cuesta tanto olvidarte y a ella le gusto tanto que me pidió hacerlo en formato 16:9 y completo. Y terminó siendo el videoclip de la canción para su canal de YouTube”.
Crear para sanar
Project Ravenlight es, en sus palabras, una forma de sanar. “Es la posibilidad de poder volver a ver a alguien querido, aunque sea en una forma de expresión artística. Armar los avatares en 3D me ayudo mucho a poder transmutar el dolor interno después de la perdida de un hermano. Me ayudó a sanar de a poco”.
